Seguidores

domingo, 14 de abril de 2013

PERSONAS QUE YA NO ESTÁN.

Como cronológicamente, tengo algún problema para situar las fechas. Voy a ir narrando, según la importancia que le dá mi mente, a esas personas, que aunque no están con nosotros; han formado parte de mí.
Mi ABUELA ISABEL. No guardo recuerdos de ella, porque yo era muy pequeña, la mayoría de las cosas las tengo en mente, porque me las han contado mis hermanos, o mis padres. Por lo que dicen, era una persona con bastante genio. Yo la recuerdo diferente, a lo que me cuentan. Recuedo a mi abuela, en su casa de BALAGUER,, en su cocina, vestida de negro, y con una sonrisa en la cara. Tambien recuerdo cuando venía a BARNA y siempre me traia algún obsequio.
Recuerdo a mi abuela un poco chillona, pero yo de eso no me asombraba, pues mi madre era igual.
Y sintiéndolo mucho poca cosa más.
Sólo que cuando falleció en su habitación, mi madre no la dejó ni un momento, y a mí me parececía una situacion, tan dolorosa, y tan larga. Y recuerdo, como no llegaba a comprender que estaba pasando. Pero también recuerdo que llegué a olvidarlo pronto. Milagros que tiene la mente infantil.
Eso sí abuela si me estás viendo, ya sabrás que en cada ocasión que voy al cementerio, te hago una visita, y pienso en tí. Y sé que tu desde algún lugar nos arropas.
Mi ABUELO ANASTASIO. A él lo recuerdo como a la persona mas buena del mundo, también era yo pequeña, pero no es díficil acordarse de él, porque es mi padre su viva imagen.
Recuerdo a mi abuelo en su pueblo, como disfrutaba de sus casa, y de su familía cuando nos tenía allí.
Recuerdo cuando venía a BARNA, que se azicalaba y salía a pasear a la PLAZOLETA, se sentaba en un banco, y ahí pasaba las horas, con su boina y su garrote. Y recuerdo a mi abuelo con mucho cariño. Era un auténtico abuelo.
Mi ABUELA VICENTA. Mi abuela Vicenta, era una mujer de carácter, vamos de pura zepa. Trabajadora, de hierro forjado. Una gran mujer de su tiempo, pues levantó con grandes esfuerzos a su família. Lo cual agradezco porque entre ellos está mi PADRE. Una mujer dominante, con grandes dotes de liderazgo, vamos que hacía temblar la tierra. De mi abuela, recuerdo esa carita triste cuando ibamos de vacaciones, y teníamos que regresar a BARNA. Recuerdo como me regañaba, y me enseñaba modales de pueblo, porque decía que yo era de ciudad.
Recuerdo cuando venía a BARNA, siendo ya viuda. Y dormía en mi habitación, junto a mi hermano P.
Recuerdo como por las noches, me explicaba batallas, como se ponia su orinal bajo la cama, como se levantaba,se peinaba su trenza y se hacía un moño. Moño que aún me pregunto cómo hacía con tal maña.
Recuerdo cómo se ponía las medias, cómo se calzaba, cómo a veces, me pedía ayuda.
Recuerdo sus meriendas, como nos cuidaba, cuando mi madre no estaba, y recuerdo sus gestos, su gran manipulación, sus dotes de dominio para con mi padre.
Y recuerdo a mi madre, sufrirlo en silencio, pero no puedo llegar a comprender, principalmente por mi temprana edad, porque en los ultimos días de su vida, para mi madre fué un calvario. Y el por qué de esas grandes cruzadas entre nuera y suegra.
Por mi parte cuando mi abuela lo necesitaba, nos tenía ahí, se la acompañó hasta el último momento. A visitas médicas, a visitar a sus familiares, etc.
Pero como esto se me escapa un poco de la memoría, sólo decir: GRACIAS ABUELA, por darme a mi PADRE.
Mi ABUELO JOSÉ. De mi abuelo, tengo muchos recuerdos, fué el último en irse.
Mi abuelo era guapo, elegante, trabajador, familiar, cuidadoso, protector y complaciente. De mi abuelo, recuerdo la pulcritud, en toda su esencia. El olor a after shave, el buen plante, sus desayunos, su saber estar.
Recuerdo su paciencia, su gran ritmo de vida, su no saber estar quieto, sus idas y venidas.
Su gran sentido del humor, sus chistes, su gracia andaluza.
Recuerdo como llegaba a casa, cuando estabámos de vacaciones, con su bicicleta cargada de productos del huerto, más tarde vendría en moto. Recuerdo como hablaba con mi madre, y le decía, DE ESTO NI UNA PALABRA. Mi abuelo sabía quedar bien con todo el mundo. Se le conocia en BALAGUER, como el TRUENO.
Recuerdo qué buenas hacía las migas, las torradas en la estufa, torradas con ajito y aceite.
Recuerdo cuando venía a BARNA, como disfrutábamos de su presencia, como mi madre le afeitaba, y se sentía tan orgulloso de estar guapo. Recuerdo como se ofrecía para cualquier tarea, siempre estaba disponible. Recuerdo esas comidas a la orilla del río, como ponía la fruta a refrescar, sus siestas. Y al finalizar la jornada, sus prisas por volver a casa.Recuerdo esas noches, en GRACIA, donde nos amenizaba con sus bromas, como mis hermanos reían sus gracias, en definitiva como nos hacía dormir. Y daba un respiro a mi madre.
Y te recuerdo abuelo, porque tu has sido una gran ABUELO. Porque nunca me regañaste, y me distes grandes consejos, porque sabías escuchar, y cuando hablabas lo hacías con ese toque de gracía particular. Un toque que sólo tú sabías. Y te recuerdo ABUELO, porque me guardaste grandes secretos, y me hiciste grandes confesiones. Y sé ABUELO, que eso queda entre tu y YO.
Y recuerdo ABUELO, como te fuiste de nuestras vidas, con tu gran sonrisa, como te acompañámos al cementerío, como te fuiste con tanta dignidad, con tanta elegancia. En tu línea ABUELO.
Y recuerdo como mi madre no pudo controlar sus emociones al perderte. Y como tuve que apoyar a mi madre. Recuerdo ABUELO, como hasta en tú despedida, nos tuviste a todos unidos, en tu casa, en la casa de la ABUELA ISABEL.
GRACIAS POR SER MI GRAN ABUELO.

ESA FAMILÍA LLAMADA V.

Antes de emprender una nueva etapa de mi vida, debo dejar constancia, de que mi vida, desde que llego a BARCELONA, también comienza a dividirse entre dos famílias. La mia propia, y la de mi amiga de toda la vida MERCEDITAS.A la que más adelante dedicaré un episodio especial.
Por aquel entonces, la família V era de renombre en el barrio. Una famía numerosa, como la mía. Una familia que residía en una calle alejada,al otro lado de MAYOR DE GRACIA, pero que constantemente estaban en la calle MOZAT, debido a que su abuela regentaba un BAR. El BAR de la SRA. MONTSERRAT, un bar lleno de carisma, del barrio, donde se celebraban las mejores Fiestas Mayores. Bueno pues esta familia llamada V, acudían al Bar para ayudar a su abuela. Con lo cual en sus ratos libres,jugaban en la calle con todos nosotros.
Ibamos al mismo colegio,y por esas cosas del destino, mi hermano A y el hermano de mi amiga MERCEDITAS, se hizieron inseparables. Y como no yo me hize inseparable de mi amiga. Mi hermano pequeño P también compartió juego con el hermano pequeño de mi amiga, F.Y así, como el que no quiere la cosa, formamos una gran familia. Un grupo indestructible, un grupo en el que era imposible penetrar, y a la vez un grupo abierto al barrio.
Pues centrando un poco el tema. Yo recuerdo que llegué a BARNA, sobre los 7 años, ya en el colegio conocí a los V, y evidentemente cuando salíamos a la calle, contiuábamos apiñados.
Unos dias merendába con mi amiga en mi casa, y otros ibámos a la suya.
Su madre S, hacía unas meriendas sabrosas, al menos a mi parecer. En su casa había siempre gente, ya que eran muchos hermanos. Yo en ocasiones me sumergía en mi gran timidez. Pero S, siempre conseguía que yo merendara. Ya sabeís que entonces te educaban para no pedir nada fuera de tu casa.
Y en aquella casa, recuerdos grandes vivencias, algunas perdurarán hasta la actualidad, porque el destino hizo que hoy en día, sigamos estando en contacto.
Allí aprendí grandes bailes, todos juntos, bajo las indicaciones de los más mayores. También celebré algún SAN JUAN, en su terraza. Vamos que allí pasé parte de mi infancia, adolescencia, juventud y madurez.
Con la señora S, también conocí el CINE, nos llevaba a todos al Cine TEXAS, nos llevaba la merienda, y¡HALA!, a ver pelis.
GRACIAS FAMILIA V, por dejarme vivir esos momentos tan especiales en mi vida.
Cuenta la SEÑORA V, que yo era muy vergonzosa, muy pequeña, pero muy lista. Cuenta que a veces decía que no queria merendar, pero a la que ella se daba la vuelta, cogía el bocadillo. Y ella como gran MADRE, hacía la vista gorda.
Cuenta la SEÑORA S, que en confesión le conté que me gustaba el hermano de mi amiga. Y claro está, él decía que yo era demasiado pequeña. Y por lo visto decía: ¿ A DÓNDE VOY YO CON ESA MOCOSA?
Cuántas sorpresas me iba a deparar la vida, lo descubrireís más adelante.
En esa casa también vivimos situaciones, que en aquella época eran por lo visto normales, su PADRE, el SEÑOR R, de ez en cuando nos sorprendía con algún susto.
Y en fin aqui dejo de momento mi relación con la familia V. Pero os puedo asegurar, que CONTINUARÁ.


TIEMPO DE REFLEXIÓN.

He tenido tiempo, durante un par de días, de hacer un poco más de memoría, gracias a ello, he conseguido, no dejar en el tintero un par de detalles. Detalles referentes a esta etapa de la infancia. Y que no quisiera pasar por alto.
Olvidé comentar que el cole, apredíamos música, incluso teníamos instrumentos, y algunos conseguimos dominar. También hacíamos grandes danzas, entre niños y niñas, preciosas danzas. Como una llamada TALÓN PUNTA.Y bailabámos en pareja, y a veces me encantaba bailar con un niño llamado A V al que muy pronto hecharía el ojo.
Antes de que se me olvide quiero recordar a mi amiga R que apareció en 6, fue la que me inició, gracias a su madre, en apreciar un DUO DINÁMICO, impresionante,del dicha época recuerdo como aprendí todo el repertorio de memoría. Y aún conservo esas canciones en mi mente, en su totalidad. Parece increible.
Quiero hacer referencia al famoso COLMADO de la SRA CARMEN, tiendecita, en la que se podía comprar fiando, y en la cual pasaba mucha verguenza por ir sin dinero, pero cuando llegaba fin de mes, y mi padre cobraba, mi madre saldaba la cuenta.
También quiero recordar la PANADERIA de mi calle, en la cual compraba de la misma manera, y mucho pan, en alguna ocasión podía comprar alguna pasta. Eso excepcionalmente, o en fin de semana. Lo que si recuerdo con gran intensidad, es el aroma a pan de horno que desprendía por toda la calle.
Y por supuesto recuerdo la tienda en FCO GINER, donde compraba ese maravilloso queso rayado, con el que mi madre me hacía deliciosas meriendas.
Antes de finalizar este episodio,quiero nombrar a algunos amigos de la calle SAN PEDRO MARTIR, mi amiga M y mi amigo P, los dos hermanos. De ellos tengo grandes recuerdos, de su casa, de su familía, y también tengo una anécdota. Que paso a explicar: mi hermano P un día, jugando al balón rompió el cristal de la portería, se armó un gran lio,pero como nos conocíamos todo quedó, en una chiquillada sin importancia.
De esta calle, no puedo dejar a una persona también importante, mi amigo L, y su familia.
Y me acabo de acordar, que jugando en la plazoleta RIUS Y TAULET, la guardia urbana, nos quitaba las pelotas o las bicis. Que contradicción, hoy en día está repleta de bares, y los niños juegan con total libertad.
Y por supuesto recordar, a un gran amigo M, un niño que recuerdo mejor amigo que muchas de mis amigas.
Y ahora creo que sí puedo finalizar esta etapa. O al menos eso creo. GRACIAS BARRIO DE GRACIA.

viernes, 12 de abril de 2013

VIDAS PARALELAS.

Como ya sabeís, mi vida transcurre entre el colegio y mi gente del barrio de GRACIA.
Mis grandes amigos del colegio, en alguna ocasión también coincían con mis amigos de la calle.
Quiero hacer mención a mi amiga MONTSE, con la cual pasé grandes momentos, en toda esa fase de EGB,
y quiero hacer mención a su familía, tan acogedora, que me estremece sólo el pensar, las grandes satisfaciones que me aportaron. Su padre un gran zapatero, su madre, una gran madre, su hermana, especial. Y sobre todo su abuela, la auténtica ABUELA, en su más amplia definición de la palabra.Vivían en MAYOR DE GRACIA, una finca super grande y antigua. Y recuerdo que custodiaban la porteria, y que tenías que subir hasta el máximo de esas escalinatas, para acceder a su vivienda. Pero una ez estabas allí, tenían una terraza impresionante, por la cual divisabas toda la calle MAYOR. Y en la que habíamos celebrado más de una fiesta de San Juan.
Y después de mi ciclo escolar, perdi el contacto con mi amiga. Aunque en alguna ocasión he visto a sus padres.
También quiero hacer mención  de mi amiga ROSARIO, a la cual admiraba, por su fuerza y su simpatía, de su casa recuerdo, algo relacionado con una terraza, pero a duras penas, sé que tenía una hermana CRISTINA, que me caía muy bien, y sé que su madre era encantadora.
Quiero hacer mención a mi amiga CAROLINA, que llegó a mi vida, ya en la última etapa de mi edad escolar. Pero que también me brindó grandes experiencias, y sobre todo me acuerdo, de un día, que me invitó a merendar, y me supo a gloria el bocadillo de pan redondo calentito de salchichas del país.
Quiero hacer mención a mi amiga CAROLINA S, que no iba a mi cole, pero con la que compartí momentos inolvidables.
GRACIAS a todas.

CALLE MOZART.

Quiero dedicar una especial atención a la calle MOZART, calle en la que he vivido momentos entrañables, en la que se ha desarrollado mi infancia y parte de mi adolescencía, calle en la que he vivido una etapa fascinante de mi vida. Porque queridos amigos,yo vivía en FERRER DE BLANES, pero para mí era el final de la calle MOZART, sólo nos separaba la calle DOMENECH.
En esta calle sucedía de todo, o todo sucedía en torno a ella.
De esta etapa, recuerdo como mi padre me mandaba a comprar, al BAR de M Angeles, un bar oscuro, que me causaba un poco de pavor, hasta el día que descubrí la TV, que evidentemente en mi casa no había. Y yo me quedaba prendada ante esa máquina, mientras me despachaban el vino, para la comida de mi padre. O la gaseosa, que os reireís, pero mi madre hacía comprar LA CASERA, o FAMILIAR. Y en casa se comía con vino y gaseosa.
Si por algún casual no tenían en ese Bar, tenía que ir al de la SRA MONTSERRAT, ahí siempre había gente comiendo, y tenía unos bidones maravillosos. Me alucinaba como esa señora hacía las cuentas, con símbolos.
Más adelante ese BAR tendría otros significados para mí.
Pues si ahí no encontraba el encargo, iba más arriba a las EURAS, siempre lleno, de gente, abarrotado.
Y ya por último podía recurrir a la bodega de la PLAZA RIUS Y TAULET, o PLAZOLETA DE ORIENTE, allí siempre tenían de todo.
La calle MOZART, también tenía otro BAR el del SR LUIS, pero ahí no se compraba, no sé, la gente comía y tomaba algo.
En esta calle teníamos un FERRETERO, o MAÑÁ, y algún que otro profesional. Teníamos al DRAPERO, emocionante llevarle carton, para que te diera unas pesetas. O embases, que también te pagaba, o papel de periódico, creo que era el recilaje.
Y en esa calle viví momentos increibles, juegos, peleas, enamoramientos. Recuerdo comer muchas pipas, en la entrada de una Guardería, y charlas que no tenían fin.
Además si te cansabas de estar ahí, podías irte a la PLAZA, porque claro, antes estabámos mucho tiempo en la calle, o eso me parcía a mí.
Y en la PLAZA, podías comer sobras de PATATAS FRITAS de la CHURRERIA, que te las vendían por 10 pesetas, o comer picadillo de embutidos de la TOCINERÍA, que era barato. Eso eran nuestras chuches.
Aparte de las pipas o el maís, y el chiclet BOORMER, o el de pintalabios rojo, o las nubes, y poca cosa más.Ah bueno también teníamos regalíz negra y la de herboristería.
Calle MOZART, llena de olores inconfundibles, de gente de barrio, de grandes vecinos. Una calle de GRACIA.

VIEJAS HERIDAS.

Aquí estoy frente al ordenador, intentando vislumbras mis pensamientos. Y antes de finalizar este episodio sobre mi Infancia. No quiero dejar en el olvido cuatro detalles, de los que me he acordado hoy, deshilachando mis neuronas.
Aparte de esas viejas heridas que te dejan cicatriz fisicamente, ya sabeís que también existen algunas emocionales.
Bueno, vamos al grano:
Creo que ya os hablé de la dichosa hazaña relacionada con la apuesta de valentía. Sobre dicha apuesta tengo una herida en el tobillo, que la llevaré de por vida, y que es la prueba de que fuí muy valiente,¿NO?
Ah, antes de venirnos a Barcelona, sufrí una quemadura considerable en el muslo derecho y parte de la mano.Os cuento como fué resumidito.
Mi hermano A que era un poco travieso, tubo la idea de hacer una hoguera en  la terraza del pueblo, porque supongo que hacía frio. Lo que no entiendo es que hacía yo con un vestidito de naylon. Bueno el caso es que debí caer en la hoguera y prendí en llamas, según me cuentan mi hermana mayor intentó salvarme, y creo que me sumergió en el lavadero, dejé de arder. Pero mi vestidito se quedo impregnado en mi muslo, con lo cual tengo una señal para el resto de mis días. Y  no recuerdo nada más. Sólo decir que ni siquiera me acuerdo de tenerla conmigo. Sólo imagino la desesperación que se crearía ante tal situación
De mi hermano A, tengo otra herida de guerra, claro es con el que compartía mis juegos. Creo que un día fuimos a los Auto de Choque de Gala Placidia, al CASPOLINO, ¿recordaís?, y chocamos de frente, pues me partí el labio, y eso que él me protegía. También tengo esa herida en mi boca-
Y ya está no tengo más cicatrices.
Emocionales, creo que las relaté en el capítulo, HECHOS IMPACTENTES.

jueves, 11 de abril de 2013

HECHOS INPACTANTES.

Hay varias cosas que me han hecho mella en mi infancia:
Una de las primeras que recuerdo, fue un día que mi hermano J me llevó al Corte Inglés. En principio ibamos a ir en metro, el muy sabio me hizo pedir por la calle, e imagino que no llegaba, así que bajamos andando por todo el Paseo de Gracia, interminable. Creo que subimos en metro, porque mi hermana que trabajaba allí, en la sección de Boutique de Señoras, nos dió el dinero.
Otra fué, una escapada al Parque Guell, con mis amigos, y divisar innumerables barracas, lo pasamos muy bien, jugando por allí.
Me impactó de lleno, un coche que me piso el pie, por mi gran valentia. Apostabámos en la calle quién se atrevía a bajar el pie de la acera,¿os acordaís?.  Pues precisamente me atropelló el jefe de mi hermano A, que para entonces trabajaba en un Bodega en la calle Maria, por cierto tenían unas aceitunas buenísimas.
Me impactaron esos descubrimientos de grandes tesoros en casas abandonadas, en descampados.
Esos subteráneos, donde te podías duchar, hacer tus necesidades, e incluso comprar tabaco.
Subirme en los Ferrocarriles, en el Trambia Blau.
Tengo algún recuerdo doloroso de esa etapa, que en general era tan feliz.
Tres hechos importantes:
En mi escalera, pasaban cosas excepcionalmente especiales, como por ejemplo, encontrarte a alguien durmiendo, en el final de los peldaños. O que entraran a robar jitanas. O que un vecino de toda la vida, te tocara las tetas. Si parece mentira, o al menos eso le pareció a mi madre. Y cuánto miedo pasaba al quedarme sóla al cuidado de mi hermano P.
Otro día hablaré de los famosos pervertidos de mi época.
Continúo con esos recuerdos impactantes:
Quisiera hacer incapié que en el barrio de Gracia tuve grandes amigas jitanas, que me enseñaron cosas sobre su cultura, sus bailes, etc.
Y  mi escalera, por cierto que sabeís que se abría con picaporte, ocurrieron acontecimientos, que contar,e más adelante, por la etapa adolescente.
Me emocionaba, el sonar de las llaves del SERENO, a altas horas de la noche. Sobre todo cuando llegaba mi hermana C, y mi padre la solía esperar en el balcón.
El sonido ensordecedor del AFILADOR, y ver como todos los vecinos, por algún motivo salían corriendo a la calle, con grandes cuchillos o hachas.
M e impactó ver por mi calle a un travestí, que más tarde sería Bibí Andersen.
Me quiero sincerar, y decir que mi madre no sé porqué razón, a veces me hacía cruzar desde el balcón de mi vecina al mío para abrir la puerta de casa, que sepais que yo vivía en un tercer piso. Como me lo pedia ella, yo perdia todos los vértigos y miedos. Estoy segura de que ahora no lo haría.
Quiero hacer mención a una vecina del primero, mayor, que en algunos momentos me causaba terror. Pero mi madre siempre la socorría, pienso que no debería ser tan cruel. Incluso agradezco su influencia, que más tarde serviría para hacerme ver que los abuelitos son la gran pasión de mi vida. De hecho es a lo que me dedico actualmente. Pues la bendita señora, fue la que me regaló mi muñequita Nancy de Primera Comunion. La única Nancy que tuve en mi vida, que arropé con cariño, que le reservé un cajoncito en mi armario, vamos que tuvo todas las comodidades, que yo sencillamente le pude ofrecer. GRACIAS SRA CONCHA.
Dos hechos que llevaré a cuestas toda la vida:
El primero la gran verguenza que pasé en el colegio, cuando llamaron a mi madre, porque yo por lo visto robé una goma o un lapíz- Amigos como siempre hubo otros robos, pero el mío fué descubierto por chivatazo, lástima que no recuerdo el susodicho. Una de esas injusticias de la vida, ni siquiera recuerdo si fuí yo, lo único que recuerdo es que cargué con el mochuelo, posiblemente por encubrir a alguien.
Y el segundo, fué que por mi solidaridad hacía los demás, me metí en un gran lío familiar, y claro salí perjudicada. También llamaron a mi madre, allí estabamos en esa casita que estaba entre el cole y la iglesia. Y me llevé la bronca del siglo. Pero sigo recordando que lo que más dolío fué otra vez la injusticia, y el poner en evidencia a mi madre. Por eso no se me ha olvidado la frase, mi madre me dijo: En boca cerrada no entran moscas, Ver oír y callar, y alguna frase más, era muy refranera mi madre.¿Te acuerdas MAMA?
Y por supuesto, me dijo, de esto Ni una palabra a tu Padre. Y aquí fué donde yo empezé a guardar secretos. O sea empezé a despertar de mi inocencia.
O sea querida MADRE, tus palabras siempre me acompañan, como esas charlas en el balcón, de Madre a Hija. Y claro,ahora tengo de agradecer, y confirmar que tenías razón. Que aunque entonces te escuchaba, y no te hacía caso, que verdad, eso de que cuando seas mayor lo entenderas. O tu famosa frase:
Un día dirás.... Razón tenía mi madre. OJO HERMANOS, ¿a que lo habeís oido alguna vez?
Y así termina una fase oscura de mi vida.