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martes, 7 de mayo de 2013

SOY GEMINIS.

Queridos lectores, he estado unos dias en los que he estado considerando la idea de no escribir más, después de mucho meditar; creo que he llegado a la conclusión de que escribir me beneficia. Consulté primero con mi DOCTORA, ella vió  acertada esta idea que llevo a cabo. Incluso me recomendó que continuara. Me comentó que era beneficioso para mí. Consulté con la almohada, y no llegué a tomar la decisión. Y sigo dándole vueltas, y supongo que estoy en la etapa crítica de mi horóscopo. Considerando que soy GÉMINIS, deduzco que empieza a salir mi cara más negativa. Y para más inri llevo cuatro días que me es imposible administrar mi inyección de vitamína. Inyección que me ayuda a mantener mis neuronas activas. Aunque tengo mis dudas al respecto, no sé, estoy algo liada. Igual es algo psicológico, algo que está en mi mente, pero a mí me perturba....NO sé sin en realidad es algo que me sugestiona, o en realidad es algo tan real que me confunde... Yo sigo pensando en su totalidad que esto me ayuda.
 Una persona cuando se encuentra un obstáculo en su camino, por regla general intenta seguir adelante. Yo casualmente soy bastante obstinada. Si me propongo algo no me rindo a la primera de cambio. Más bien al contrario, agoto todas las vías existentes hasta  alcanzar mi meta. Cueste lo que cueste, y pese a quien pese. Cuando inicié este recorrido, hubo gente que me animó, hubo gente que me decepcionó, hubo gente que me sorprendió, hubo gente que no prestó atención; como si de algo banal se tratara. PERO queridos seguidores, he ganado la batalla a mi otro YO, he ganado la batalla a mis oscuras dudas, y SÍ, he decidido seguir escribiendo. Y poniendo mi mente en estado egoísta, lo siento por los que no comparten conmigo esta experiencia. Quiero seguir siendo como soy, y aunque sé que a veces cometo errores como cualquier ser humano. Sé también que poseo un DON especial, que aunque muchos no sepan ver, a mí me acompañara el resto de mis días. No penseís que estoy transtornada, simplemente hablo de un gran valor la PACIENCIA. Es una de mis pocas virtudes, pero al final he aprendido que por mucho que te infravaloren, lo asumes y levantas cabeza y vuelves a empezar. Y aunque te creas que estás sola, te tienes a tí misma. Y tengo suerte porque segun dicen los GÉMINIS son dos. Y yo me tengo por partida doble, para lo bueno y lo malo. Y me comprendo, y me respeto, y cuando me mente se fusiona, acabo por ver las cosas más claras. Perdón por este desahogo, sólo quiero dejar claro: que aunque me cueste sinceramente intento quererme a mí misma, que cuando lo consigo; creo que sé dar lo mejor de mí. Y que aún sonando fatal, mi egoísmo que sale en raras ocasiones, me hace un poco más fuerte. Y los que me conocen saben que lo doy todo a cambio de nada. Y no quiero que suene a prepotente,más bien quiero que entendaís que también tengo mi corazoncito. Este escrito no es una carta de protesta. Ni una llamada de socorro. Más que nada es una leve sensación de alivio por mi parte, y un gran acercamiento a todos vosotros. Para que sepais un poco más sobre mi forma de ser. Una vía de sinceridad en toda su humildad.
 GRACIAS A TODOS.














viernes, 3 de mayo de 2013

MI HERMANO A.

UF, de mi hermano A, tengo muchas cosas que recordar. Mi hermano A, ha sido mi gran compañero de juegos. Ha sido mi aliado, mi cómplice, he sido el baúl de sus secretos, ha sido mi protector, ha sido mi hermano A, para muchos el PALOMINO.
De él recuerdo verle lleno de vida, rebosante de felicidad. Mi hermano era mi hermano, me hacía sentir bien, feliz, contenta, me sentía abrigada con él. De él recuerdo tantas travesuras, recuerdo tantos accidentes, y le recuerdo siempre sonriendo a la vida; valiente ante cualquier peligro. Aventurero, dió más de un disgusto a mis padres. Pero es que  mi hermano A, era así, era la VIDA. Era un niño que rebosaba energía, que desbordaba con su imaginación, que agradaba a todo el mundo. De esos niños que transmitía la NIÑEZ en su plena infancia, de esos niños que no pasaban desapercibidos. Porque eran tan guapo, tan rubio, tan gordito, tan sano. Era tan mi hermano A. Mi hermano era tán simpático, tan mono, tan bicho, era así mi hermano A.
Y con  él jugué mucho en mi pueblo natal. Y él aún me recuerda cosas de nuestra infancia, se lo agradezco.
Y no puedo dejar de emocionarme, porque a mi hermano A, LO QUIERO CON TODA MI ALMA.
Que no puedo hacer distinción entre mis hermanos; eso está claro. Aunque es inevitable dejar no salir mis sentimientos con respecto a mi hermano. Por todo lo que viví con él. Mi hermano me inició en toda mi infancia, me dió a conocer todo lo posible por descubir, y siempre estuvo a mi lado, para que nada me pasara.
Y reconozco que en alguna ocasión sufrí algún disgusto, compartido con él. Pero su gran energía y sus grandes dones de vitalidad, lo curban todo, todo, todo.
Y recuerdo como mi padre nos construía juguetes, con la ayuda de mi hermano J, y los más pequeños disfrutábamos a nuestro antojo. A pesar de que mi hermano A, siempre era el primero en probar los artílugios, seguidamente me dejaba espacio a mí para que pudiera disfrutar tanto o más que él.
Porque yo era la nena, y mi hermano A se reía de mí, pero a mí no me importaba. Pues con él me lo pasaba mucho mejor, genial.
Y cuando nos trasladamos a BARCELONA, él estaba entusiasmado, y a mí me lo contagiaba.
Y ahí empezamos nuevas andaduras. Todas ellas en su totalidad. Y otra etapa de mi vida, en la que mí hermano A, estuvo presente en todo momento.
Y a mi hermano le agradezo muchísimas cosas. Le agradezco ante todo ser mi HERMANO ANTONIO,
le agradezco su acompañamiento en mi crecimiento, le agradezo sus burlas, sus insultos, sus bromas.
Le agradezco dejarme jugar con él a juegos de niños. A soldaditos, a batallitas. Y también le agradezco llevar alguna herida de esas grandes aventuras. Por que las llegué a disfrutar como una niña feliz.
Y con mi hermano A, aprendí a patinar. Con esos patines de cuatro ruedas de hierro, y cojinetes. Aprendí a montar en bicicleta, aprendí a conducir MOTO. Con mi hermano A aprendí todo lo referente a la niñez, que después te inicia en la vida adulta.
Y descubrí mi adolescencia junto a él. Y en ningún momento me dejó de lado. Y le encantaba mandarme ha hacer recados, pero a mi también. Yo me sentia orgullosa de obedecer a mi hermano A, me sentía orgullosa de que me necesitara. O a lo mejor de que me utilizara, pero a mi me encantaba. Además sabía pedir las cosas tan amablemente.
Por todo esto y más, que contaré en otro escrito: GRACIAS HERMANO ANTONIO.

MI HERMANO J.

Mi hermano J; mi hermano mayor. El protector, el tímido, el callado, el educado.
De mi hermano recuerdo, una infancia plena. Recuerdo a mi hermano militar en la OJE , verle vestídito de militante, verle ta guapo, tan pequeño, y tan mayor a la vez. Recuerdo gracias a mis hermanas, cómo cantaba la canción de MARINA, recuerdo que era gracioso, muy bonito mi hermano mayor.
Recuerdo compartir con él juegos en el pueblo. Recuerdo que siempre estaba entre mis hermanas, más que conmigo y con mis hermanos pequeños. Pero recuerdo que estaba, sin casi hacerse notar; pero estaba.
Y recuerdo de mi infancia, que mi hermano me llevaba con él a todas partes, me encantaba cómo me protegía.
Y cuando llegamos a la gran ciudad, mi hermano J, me inicío en el descubrimiento del barrio y de los alrededores.
Y mi hermano tenía muchos amigos en su juventud, y recuerdo cuando venían a casa. Y como siempre la casa de mis padres estaba repleta de gente. Todos eran bienvenidos. Y también recuerdo a mis primas, que salían con mi hermano. En fin recuerdo a mucha gente alrededor de mi hermano.
Y él se inicia en el campo de la electrónica, le encanta aprender. Y le recuerdo en Barcelona, estudiando, mi padre le acomodó un cuartito en casa, para que praticara. Y al fin consiguió trabajar de los que más le gustaba. Y recuerdo ese olor a estaño en mi casa, cuando él estudiaba o practicaba sus avances.
Y recuerdo el empeño de mi padre, para que mi hermano progresara y avanzara en su fúturo.
Y mi hermano J, empieza a trabajar en RADIO MATEU. Todo un logro.
Y sabe tanto de electrónica, que todos recurren a él. Y le veo arreglando radios, televisiones, todo tipo de aparatos.
Y por fin gracias a mi hermano llega a casa la televisión. La instala, todo un acontecimiento familiar. Todos celebramos la llegada de la TV. Y ahí empieza la andanza televisiva de la época de los dos rombos, de los debates, de las series, de los dibujos animados. La TV de los 70.
Y recuerdo de mi hermano J, cuando salía al KLAN, un frankfourt de MAYOR DE GRACIA.
Y recuerdo de mi hermano J, cuando me hacía ir a comprar a RADIO WATT, en los JARDINCILLOS.
Y recuerdo de mi hermano J, que también empezó a trabajar en el TIBIDABO, y ahí vivimos grandes aventuras, todo GRATIS, todas las ATRACCIONES a nuestro antojo. Ibamos toda la família, comíamos allí, y nos montábamos en todo lo que nos apetecía. Porque teníamos enchufe.
Y recuerdo que a mi MADRE le encantaba, cuando mi hermano traía películas de terror, y las veíamos jun tos. Él siempre estaba a la última y nos mantenía en las novedades cinematográficas.
Recuerdo la película del JOROBADO DE NOTREDAM, que a mi madre le encantaba.
Y otras tantas. Así que gracias a mi hermano J, descubrímos la  televisión y el cine.
Por lo tanto mi HERMANO J, fué el inicio de una nueva etapa en nuestra vidas en la GRAN  CIUDAD.
GRACIAS JOSÉ POR TODAS TUS ENSEÑANZAS.

MI HERMANA V.

Antes de empezar a describir a mi hermana mayor. No puedo pasar por alto una mínima comparación en relación a mi hermana C. Ante todo quiero decir lo orgullosa que me siento de mis dos hermanas.
Creo que no me equivoco al decir lo que siento, y creo que no ofendo a mi MADRE.
Mi MADRE ya tenía bastante faena.
Siempre he considerado que fuí afortunada por tener tres madres. Lo que no alcanzaba a comprender mi MADRE, lo hacía alguna de mis hermanas. Y siempre las tuve a las dos. Cada una a su manera, pero juntas como si formaran un equipo. Se podría decir que eran las suplentes de mi MADRE DEL ALMA.
Pues bien de mi hermana V, podría decir tantas cosas. Recuerdo de ella, , que siempre trabajaba, que nos atendía a los más pequeños. Que hacía su función de hermana mayor. Que era el apoyo sustancial de mi padre económicamente, el apoyo sustancial de mi madre emocionalmente. El apoyo en sí de todos nosotros.
Mi hermana mayor.
Y mi hermana V, era guapísima, la recuerdo como una chica de actualidad, de moda, a la última. Recuerdo a mi hermana V, que compartía habitación conmigo y mi hermana C. Las recuerdo hablando hasta horas interminables. Las recuerdos unidas. Recuerdo a mi hermana V, como se arreglaba, como era de presumida, como le gustaba estar guapa. Se hacía la famosa toga en su pelo. Aún no entiendo cómo, no entiendo su destreza, la de pinzas que se llegaba a poner en la cabeza. Y se hacía un apaño tan espectácular que al día siguiente lucía una cabellera super lisa y estirada. Sin necesidad de secador o plancha, se hacía su toga, se recogía todo el pelo con u pañuelo y así dormía.
Y estaba siempre preciosa. Se arreglaba su ropa, llevaba unos zapatos de los que ahora definiríamos de cuña, super altos. Sus pantalones cubrían los zapatos, los pantalones eran de pata ancha. Y si no eran suficientemente anchos, ella se añadía un triangulo en los bajos, y la pata de convertía en pata de elefante.
Y yo disfrutaba llevando sus zapatones, me sentía mayor. Pero me caía, se me torcían los pies.
Aunque ella andaba con total seguridad, y yo la admiraba por eso. La admiraba porque siempre iva bien vestida, muy bien vestida.
Y se pintaba con total destreza, un arte que nunca llegué a aprender. Tampoco me gustaba mucho,la verdad.
Y salía así de guapa, todas las mañanas a trabajar. Creo que tenía gran éxito con los chicos. Recuerdo algún novio. Y mi hermana V ayudó muchísimo en casa con su dinero. Ayudó a que mi PRIMERA COMUNIÓN fuera un éxito. Ella trabajaba en el CORTE INGLÉS, allí no sentíamos como en casa.
Y ella era una chica de la época, guapa, especial, exitosa, brillante.....
Y le encantaba lucir su melena, y lanzarla al aire, y ver a mi hermana tan feliz, tan jovial, me encantaba.
Aunque nunca la pude imitar, yo era una niña, y nunca tuve paciencia para tanto protocolo.
Ella estaba encantadora siempre.
Y me llevaba a la playa, y creo que me enseñó a nadar en  ARENYS DE MAR.
Y me encantaba ir de la mano de mi hermana mayor, y presumir de su belleza.
Y pensé en muchas ocasiones nunca me pareceré a ella, porque no se la puede igualar.
Y aunque la quise imitar, no lo conseguí, pero bueno de ella aprendí otras grandes virtudes.
EDUCACION, saber estar, amabilidad, seriedad, precaución, muchos valores aprendí de mi hermana MAYOR.
 Como no podía ser menos, mi hermana V, también se merecía vacaciones. Y recuerdo que se fué en una ocasión a IBIZA, a disfrutar de su merecido descanso. Y se hizo unas fotos preciosas. Y ella estaba como siempre guapísima. Y yo pensaba que bien se lo está pasando, cuando sea mayor quiero ser como ella.
Una chica perfecta; trabajo, dinero, chicos, suerte, belleza......
Y me imagino que también tuvo algún problemilla, algún disgusto. Y en mi mente queda algún recuerdo, de que algo en su vida no fué del todo bien. Pero recuerdo que en mi casa, tanto mi MADRE como mi hermana C, la arroparon en una ocasión que enfermó. Y no sé muy bien porqué, pero recuerdo algunos comentarios no muy agradables. PERO RECUERDO A MI FAMILIA UNIDA, pues por algo sería.
Y yo con todo el respeto que merece mi hermana V, nunca pregunté. Tema zanjado.
Podría hablar muchas sobre mi hermana V, pero lo más importante es que mi hermana V; fué una CHICA BOOM de su época. Y sé que ella lo disfrutó al máximo. Y recuerdo su juventud, con grandes sacríficios pero FELIZ.
Y yo le agradezco ser mi hermana mayor.
GRACIAS HERMANA VICKY.

MIS HERMANOS.

Creo que ya comenté que mi família, está formada por seis hermanos. Adoro a todos mis hermanos. H e tenido gracias a ellos una infancia feliz. Con algún desdén, como en todas las familias.
Yo crecí entre mis hermanos, compartí todo con ellos.
Si hablo de mi hermana mayor V, era mi sustentadora.
Si hablo de mi hermana C, era mi protectora.
Si hablo de mi hermano J, era mi hermano mayor.
Si hablo de mi hermano C, era mi compañero de juegos.
Si hablo de mi hermano P, era mi hermanito.
Como os podeís imaginar siempre he estado rodeada de mis hermanos. Y para mí han sido buenos, siempre los he sentido cerca. Si los he necesitado han acudido. Lo que se podría definir como buenos hermanos. Mis hermanos al fin y al cabo.
En general siento devoción por todos y cada uno de ellos. Tengo recuedos particulares de cada uno. Tengo sensaciones, experiencias, sentimientos, juegos, aventuras..... de cada uno de ellos. Cada cual a su forma han sabido ser mis hermanos.
Les doy las GRACIAS A TODOS, sin ellos yo no hubiera sido la mísma.
Acabo, este escrito porque me gustaría hablar uno a uno de mis hermanos.
Por si no lo he dicho OS QUIERO.

MI HERMANA C Y MI JUVENTUD.

Al hilo de mi anterior escrito, he de decir con respecto a mi hermana, que fué la que supo entenderme mejor, la que me comprendió; en esa díficil etapa de la adolescencia.
Y avanzando en el tiempo, mi hermana C continuaba estando a la altura. Me brindó preciosas vivencias, me brindó agradables sorpresas. Y me ofreció grandes virtudes, me enseñó grandes valores. Aprendí mucho de ella. Porque siempre la ví tan segura de sí misma, que la quise seguir como ejemplo. Pero nunca pude alcanzarla, y me quedé a la sombra. Y ella nunca lo consintió, así que a donde fuera con ella, se anulaba por completo y me veneraba a mí. Siempre me ponía en primer lugar. Me hacía destacar, quería que se finjaran en mí. Y forjó en mi una educación brillante.
Y en una etapa de mi vida no muy agraciada, me regaló un perrito. Y consiguió que yo fuera la niña más feliz del mundo. Y le he de agradecer tantas, tantas cosas, que no me caben en el pensamiento. Y ESTOY casi segura de que me olvido de muchas, que ella recuerda. Pero le pido perdón, por dejarme algo en el camino.
Es imposible recordar, y agradecer a la vez todo lo qe mi hermana hizo por mí.
TE QUIERO HERMANA.
Quiero lanzar al viento una dedicatoria a mi hermana C: MI HERMANA CARMEN VIVE EN MÍ.
Y aquí doy por finalizada mi etapa de juventud. Prediciendo que en la siguiente etapa de mi vida sigue mi hermana C conmigo. Pero trataré mi etapa adulta, y otras circunstancias relacionadas con mi hermana C, en otros capítulos.
GRACIAS CARMEN.

jueves, 2 de mayo de 2013

MI HERMANA C Y LA ADOLESCENCIA.

Después de recordar los mejores momentos de mi infancia junto a mi hermana. Sigue el recorrido por mi adolescencia.  Pero antes de proseguir quisiera mencionar, esos momentos al despertar con el sonido que emitían las palomas. Un sonido algo curioso que no tiene nada que ver con el despertar de un gallo. En mi casa del barrio de Gracia sonaba el atroz sonido de las palomas al amanecer. Y recuerdo que a mí no me hacía realmente gracía, pero acompañada de mi hermana, el sonido se hacía un poco más agradable. Y  recuerdo que en mi casa todas las mañanas, cada uno de nosotros emprendía sus quehaceres. Y recuerdo con referencia a mi hermana, que formó parte inolvidable de mi adolescencia. Recuerdo a mis hermanas mayores, recuerdo cuán diferentes eran entre sí. Recuerdo a mi hermana C, que trabajaba en varíos sitios, uno de ellos en la TOCINERIA DE LA ZOILA, recuerdo comer embutido de calidad. Recuerdo a mi hermana C, en sus salidas. Recuerdo que la echaba de menos.
Con mi hermana C, compartí muchas vivencias. Paseos por Barcelona, aperitivos suculentos; en el REY DE LA GAMBA, y en otros locales de renombre.
Con ella descubrí el buen comer, las grandes charlas, las grandes escuchas, los grandes silencios, es que con ella lo descubrí todo. TODO lo referente a mi adolescencía. Y me enseñó tanto relativo a la VIDA. Y es que a mi hermana C, nunca la tuve que buscar, siempre estaba conmigo. Y me hacía partícipe de sus experiencias, y eso me sirvió particularmente más adelante. Y nosotras lo pasabámos genial; ella presumía de hermana pequeña, ella siempre me alagaba, ella siempre me valoraba, siempre tenía palabras bonitas hacía mí. Y yo nunca se lo dije pero la idolatraba, y sabía que era la única persona que se sentía orgullosa de mí. Porque mi hermana C, me lo demostraba, simplemente con su mirada. Allá donde fuéramos presumía de mí. Y a mi me daba mucha verguenza. Pero hoy en día le agradezco que hiciera crecer mi autoestima. Y mi hermana C, no necesitaba preguntarme si yo me sentía mal, es que tenía el poder de percibirlo. Y yo ne le decía si me pasaba algo, si me sentía mal, y ella insistía. Y yo no quería decirle nada, y ella tenia una frase, que aún retumba en mi mente: A mí no me engañas, a tí te pasa algo. Y como siempre se salía con la suya, y profundizaba en mis más hondos secretos. Así que queridos lectores, con mi hermana CARMEN, lo aprendí todo, lo compartí todo, viví mi adolescencía en toda su plenitud. VIVÍ, VIVÍ, VIVÍ.