Cómo no escribir sobre ellos, imposible. Me han apoyado en varias ocasiones.
Tengo la suerte de encontrar en mi vida a verdaderas personas.
Desde el principio surgió una gran complicidad. A veces tu destino te depara sorpresas que no esperas.
Así comienza mi relación con ellos.
No debía haber sido así. Pero surgió, y tuvimos que encontrarnos.
Nos costó algo poder conocernos. Pero sucedió.
De inmediato forjamos unos lazos que aún perduran.
Les estaré eternamente agradecida. En esos momentos no atravesaba por el mejor momento de mi vida.
Y aparecieron.
Todos los acuerdos que formamos se fueron realizando. Nunca han fallado en sus obligaciones.
Les quiero pedir disculpas por mi espontáneo carácter. Impetuosa y a veces impulsiva en exceso.
Deseo que sepan entenderme, creo que más o menos me conocen.
Esta unión se ha ido formalizando. Y todos saben estar a la altura. Educados, sabios, inteligentes, amables, respetuosos, generosos. No tengo adjetivos para calificar a esta FAMÍLIA.
La sencillez les define en una palabra. El AMOR y la BONDAD.
En ocasiones me dejan sin palabras. Por su paciencia. Su saber estar...
Me siento tan afortunada, tan querida, tan valorada.
Que sólo me queda por decir:
MIL GRACIAS.
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