PAZ Y RELAX.

Ellos aportan todo lo que necesito.

Se relajan conmigo. Me acompañan en mis penas. Me sacan de la tristeza.

Los gatos no son ariscos, ni solitarios. Son principalmente autónomos y seguros de sí mismos. Tienen una fuerza increíble. Energía para rato. Se cofunde su libertad, y su forma de vida, con la mascota sin domesticar. No es así. Nosotros lo hemos comprobado. Tenemos varios felinos, aunque cada cual con su carácter. Son cariñosos, amigables, y para nada agresivos.

Han sabido vivir con otras mascotas, con niños, y con personas extrañas.

Su independencia se confunde con la lealtad de los perros.

Mi gata mayor; mi BELLA, es super obediente. Ella vive su propia vida. Viene de visita a casa. Se está el rato que quiere, y se larga de nuevo a su vida salvaje. Jamás ha peleado con ningun otro gato. Se hace respetar y se queda en su lugar. Es prudente. Me amasa con sumo cuidado. Nunca me ha clavado sus afiladas uñas.

La admiro por el tipo de vida que lleva. Sin problemas, sin conflictos; a su aire.

Se pone tierna cuando le apetece. Su veteranía la hace prudente y cautelosa.

Ha elegido, y me siento super feliz.

Mi gato mediano, mi Bruce. Fue adoptado de una protectora. Cuando vi sus primeras fotos, supe que lo iba a buscar.

Cariñoso, sumiso, desconfiado, valiente. Y nada territorial. Se adapta a lo que venga. Demandante, llorón; por suerte cada día menos.

Bruce es super besucón. Algo más cobarde ante desconocidos. Pero amoroso.

También amasa con delicadeza. Pero le encanta mordisquear tus dedos de los pies.

Un jugueton adolescente incansable. Con su genio. Pero tiene la paciencia de un santo. Las niñas le molestan, y apenas se queja. Puedes hacer con él lo que quieras. Cuando se harta, desaparece. Jamás a atacado a nadie. 

Una vez lo vi pelear con un gato, porque el otro le atacó. Nunca esperé la reacción de Bruce. Su defensa fue implacable.

A Bruce no le puedo dejar salir, porque se pone muy nervioso, sobre todo cuando no me ve.

Y por último, mi pequeñin diablillo, mi BLACK. El vino desde Lleida. Era un cachorrito indefenso, y un poco enfermo. Le puse al día, con respecto a vacunas, etc. Su veterinaria le adora. Es super amable. Bueno y travieso, debido a su corta edad. A éste me ha costado un poco educarlo. Le gustaba hacer de las suyas. Y poco a poco le he ido enseñando a estar en casa. Con normas, ya las cumple. Sabe cuando toca cepillado, cuando toca comida. Cuando debe hacer sus necesidades, en su arenero.. Hubo unos días que lo hacía en casa. El muy cochino. Una forma de llamar la atención, era tan chiquitin.

Como no, los dos hermanitos, son inseperables.

 Todo lo hacen juntos. Donde va uno va el otro. Duermen juntos. Juegan, se divierten, disfrutan de su vida casera.

Y yo estoy encantada. El proceso ha sido inmejorable. Son obedientes. Conoce a la perfección todas mis enseñanzas. Y no pasa ni una de largo. Por eso merecen toda mi atención y cariño. Sus merecidos premios. Todo mi AMOR.

Ellos me entregan más de lo que pude imaginar. Me sanan. Saben cuando se han de acercar a mí. Como hacerlo. Segun sea mi energía. Si es negativa se ponen a mis pies. Para ayudarme a mejorar.

O en mi vientre, para amasar. Y si ellos me necesitan se postran en mi cabeza. A veces dando algun que otro tirón de pelo. Intentado sacar sus malas energías.

ENCANTADA DE CONVIVIR CON MIS GATOS.