Descubres máscaras. Y el culpable, se retira. Con total cobardía.
Quién es responsable, raras veces da la cara. Se encuentran absorbidos, por tu inteligencía. Y les resulta mejor, retirarse.
Van perdiendo su imaginado poder. Y ya no pueden contigo. Lo has descubierto. Y todo eso, le plantea duda, amargura y descontrol. Su manipulación no tiene sentido. Sabes quién es. Le perturba, le enerva, le destrona; cuando creía poseer las riendas. Ahora no sabe qué hacer. Ni siquiera puede reaccionar. Ellos que siempre buscan, a los más vulnerables. De repente se topan con el MURO, que tu representas.
LO HAS VENCIDO.
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