En esos momentos en que te encuentras solo, desvalido.
Ahí es cuando, ves a esa gente.
Desconocidos y cercanos. Buscando soluciones.
Haciendo piña, para unificar fuerzas.
Hoy es uno de esos días.
Intento llegar a casa.
Se averia el tren. No funcionan los autobuses, ni siquiera los taxis.
Causas metereológicas.
Y yo me quedo de piedra. Toda la gente que nos hemos quedado tirados en una estacion, lejos del hogar? Sin información ni solución.
Decido otra travesía, otro reto. Varias personas me siguen. Entre ellos, familías con niños pequeños; cargados de maletas.
Llegamos a una estación, no lejana de nuestro destino. Algunos deciden marchar andando. Otros mayores se quedan junto al grupo mayoritarío.
Por esas casualidades, una chica nos ve en la parada del bus. Y nos dice que conoce a alguien que nos puede llevar en su coche. Pagando algo simbólico.
Despues de horas desamparados. Elejimos la ultima opción.
Mientras nuestros cuerpos resisten a la fuerte tormenta.
Por obra de magia. Nos rescata la señora en cuestión. Con un bonito coche. Deberá hacer varios viajes. No le importa. Pues lo hace de corazón. Nos pide la voluntad. Ahí está la gente maravillosa.
Decidimos que los niños se vayan primero. Después los más mayores. Y por último lo jóvenes.
Asi conseguimos llegar a nuestro destino. Gracias YODI.
Tus carreras no tienen precio.
ME SIENTO ORGULLOSA DE FORMAR PARTE DE ESA GENTE ESPECIAL.
No nos ha faltado más de un toque de humor, unas risas nerviosas, una empatía total. Un cariño hacia esos niños. Que nos han ganado la confianza con solo unas pocas palabras. A
lgún bajón, y sin embargo hemos superado la aventura.
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