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miércoles, 30 de mayo de 2018

AFINIDAD.

Andaba en sus cosas.....
Estaba demasiado ocupada para ver más allá de sus narices.
Sus sentimientos más profundos habían muerto. Ella nunca imaginó cambiar su rutina; sus hijos, su casa, su trabajo. Su vida.
Estaba sumida en su desesperanza. En algunos caprichos no muy saludables.
Existiendo en una falsa zona de confort. La cual nada le aportaba. Pero ella seguía ahí; seguramente consciente pero ciega.
No podía ni siquiera soñar, que ocurriera un cambio en su oscura cueva.
Fueron meses, años..... demasiado tiempo acorralada. Sin vivir, o simplemente viviendo para los demás. Subsistiendo ante la crueldad de la realidad existencial.
Persona tan entregada y demolida.
Sin poseer recuerdos, logrando alcanzar cada nueva mañana.
Intentando creer que lo estaba haciendo bien. Nada más lejos de la realidad......
Tras golpes, fracasos, derrumbes emocionales, ayudas profesionales; y toda esa MIERDA.
Llegó a pensar a imaginar que su vida ya estaba resuelta. Con asombro soñaba con trasladarse de ciudad, empezar de nuevo, de 0. Intuía que la VIDA no había sido generosa con ELLA. Y en su mente se vislumbraba algo de luz y esperanza.
Creíble o NO, ella quería alcanzar la felicidad. Aunque en su interior sabía que era imposible. No iba a desistir en el empeño.
Tocando fondo......no es que fuera la persona más infeliz; pero jolines tampoco estaba plenamente satisfecha.
Surgen dudas, uno se pregunta tanto.....
Normalmente no fluyen las respuestas. Es inimaginable respirar en la serenidad de tu maltrecho espíritu. Cuando tu alma y tu corazón se enfrentan a tu mente, has dejado de existir.
Solo te arrastras hacia NADA.