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martes, 29 de septiembre de 2020

RETIRO INESPERADO


 Así son las cosas. Como casi siempre, no sabes que te va a deparar la vida.
Y como casi siempre, intentas llevarlo lo mejor posible.
Te adaptas, te esfuerzas, y consigues mirar el lado positivo. Entonces te das cuenta, que al final no ha sido tan horrible.
Más bien al contrario, has conseguido realizar uno de tus proyectos.
Y eso fortalece tu aprendizaje.
Así es la vida.
Las nuevas experiencias, nos curten.
Se puede aprender tanto de la conducta humana.
De las diferentes costumbres. Que pueden ser mejoradas o NO.
He vivido un retiro involuntario. Pero me siento orgullosa, de haber llevado mi trabajo, de la forma más eficaz posible.
Y con eso me quedo. Con la tranquilidad de el beneficio de un buen trabajo.
No importa demasiado, si he estado ausente.
Lejos de la civilización, diría yo.
Sin tecnología, sin información apenas sobre el día a día.
Aprendiendo que hay gente en este mundo, en nuestra España; que vive con muy poco.
Aprendiendo que en cada Comunidad existe gente variopinta.
Gente agradable, envidiosa, mala gente. De todo hay en la viña del señor.
Personas que sin conocerte, te regalan una sonrisa. Te miran con cariño. Te ofrecen un buen libro para leer. Porque saben que los días pueden ser muy largos.
Porque valoran tu trabajo.
Personas que te acercan revistas a tu propia puerta, para que estés al corriente.
Mentes abiertas, cerradas en su mayoría. Pero personas al fin y al cabo.
He tenido la oportunidad de ver, que hay personas muy valientes y fuertes.
Que salen adelante con pocos medios.
He visto personas impregnadas de maldad. Por haber quién tiene más. Quién consigue más frutos del campo. Quién saca más beneficio. Cosas desagradables.
Falsedad e hipocresía en algunos. Sencillez por doquier. Y también apariencias sumergidas.
Aburrimiento y querer saber todo lo que rodea a su Pueblo.
Y me quedo con los paisajes, la tranquilidad, el clima, el descanso. La buena colecta de la huerta. El valor de lo heredado, el querer mantener su tradición.
El amanecer y el atardecer.
La salud de hierro de esos habitantes de aquél Pueblo.
Aunque lo que más agradezco, es haber tenido la oportunidad de vivir una experiencia.
Que me sé que me ha aportado, y que seguramente yo he servido para alguna causa.
GRACIAS PUEBLECITO DE ....