Pequeña y bella Damisela.
Es honroso, y obligatorio quitarme el sombrero ante vos.
Mirarte, aprender de vos, quererte como sois.
MI IDEA ES QUE LE QUEDE UN GRAN RECUERDO DE MÍ.
Que pueda usted ser franca, no olvidando los abismos.
No construyendo simulacros innecesarios.
Mi interés consiste; simplemente, en que cuando me necesite, acuda.
Y ahora, entiendo y valoro, toda su fortaleza.
Debo decir, que no deja de sorprenderme su actitud.
Su conducta valiente.
El ser capaz de dar vida.
Poseer ese arma que toda mujer, en algún momento saca a relucir.
Demostrarse a si misma, cuanto vale.
Formar esa pequeña y gran familia.
Ante la cual, debo inclinarme.
Dulce señoría,; no es usted tan frágil, no es tan cobarde.
Ha definido su persona, con total valentía.
Ha enfrentado uno de los retos más hermosos.
Ha traído al Mundo un ser.
Y lo ha echo usted. POR ESO Y MAS, MERECE MIS RESPETOS.
Deseo decirle, señorita de ojos rasgados, que la ADORO.
