Nenita tímida. Calladita, y buena persona.
Temerosa del demonio.
Desde bien niña.
Días felices, días extraños, días oscuros.
DIAS.
Queriendo proteger lo más GRANDE.
Aferrada en ayudar a los demás. Sin ser ayudada.
Volcada, como cualquier adolescente a salvar el MUNDO.
Sin respuesta. Sin solución.
Depresión temprana.
Mi familia cobijando mis inquietudes.
Y algunos más.
Personajillos que pasan por mi vista, sin más.
Aves rapaces, siempre acechando.
Memoria infantil, queriendo ocultar a esa MADRE.
Crecimiento rápido.
Mujer en toda regla.
Infancia feliz, salpicada de viñetas inolvidables.
Ocupada en hacer el bien.
Dada a los demás.
Mientras la nenita se hacía pedazos.
Escuchando consejos de mi MADRE hacia otras...
Mientras ELLA, se sumía en el más profundo silencio.
Sufría en todos los sentidos.
Por sus propias enfermedades. Por su propio esposo. Por sus propios HIJOS.
Mujer dispuesta siempre. PARA QUE...
NO QUIERO SEGUIR ESOS PASOS.
GRACIAS A ELLA, ME HE DADO CUENTA.
Historias pasadas que no me apetece recordar.
ADOLESCENCIA PASAJERA Y TRAUMÁTICA.
Sospechando y averiguando, que me fallan.
Sintiendo que algunos me inspiran confianza.
Pocos, pero los hay.
Vida en PAREJA.
SIN COMENTARIOS.
LO MÁS PRECIADO DE MI VIDA, MIS HIJOS.
MIS NIETAS.
ORGULLOSA.
Y de repente mi vida cambia. Para bien o para mal.
Me encuentro sola.
Y me defiendo bastante bien.
Siendo lo más normal; paso por etapas complicadas.
Debido a mi enfermedad, debo superar varios obstáculos.
Y sigo, sigo, luchando.
ME CANSO.
DESFALLEZCO.
Me ayudan.
MI VIDA.
MI RESUMEN EN UNAS POCAS LÍNEAS.
TRISTE Y HERMOSO.
INICIANDO UNA NUEVA ETAPA DE VALENTÍA.
GRACIAS A LOS QUE TENGO A MI LADO.
