SENCILLAMENTE... GENTE SENCILLA.

Personas, amables. Sin conocerte, se entregan a tí. Te invitan, te consideran uno más, de los suyos.

Comparten sus vivencías, experiencías, recuerdos. Te hacen partícipe. Disfrutas de la reunión, observas, ries, cooperas.

Naturalidad sublime. Unión palpable. Cada uno con su historisa, y todos JUNTOS.

ARMONÍA Y DESCONCIERTO.  

Aportando uno a uno, su granito de arena. Por conseguir seguir en família.

Mi sensación, como persona.

Sentir aprobación, respeto. Ser yo, en espacio desconocido. 

Arropada y bienvenida. Personas siendo personas.

Mis vacaciones, se han basado; en conocer. Aprender, vivir, experimentar y disfrutar. 

TODO GRACIAS A ELLOS.

OS AGRADEZCO DE TODO CORAZÓN.

VUESTRA CALIDEZ ES DIGNA.

PEQUEÑOS DETALLES.

Los que enamoran, agradecemos y disfrutamos. 

Cualquier cosilla, que te regalan con AMOR.

Nos parece oro en paño. La persona te da su corazón; en ese momento, su prioridad eres TÚ. Una rosa arrancada de su rosal. Pequeño detalle, que nos demuestra cariño.

Esa mirada inocente, que atravisa tus sentidos. Tengo la suerte de haber recibido muchos detalles, de pequeño valor monetario; pero valuosos por el mensaje.

Dibujos, chuches, besos, abrazos, sonrisas, miradas de complicidad. Pequeñas cosas, grandes momentos.

Me siento feliz, agradecida. Amada y querida.

CASUALIDAD...

Y yo, me pregunto. ¿ En serio ? 

Pocos días de descanso tengo. 

Ahora me he de sentir mal...

Injusto.

Deberíamos reflexionar, sobre nuestro trabajo.

Sobre nuestra VIDA.

O sea, que merece la pena; trabajar para vivir, o vivir para trabajar.

Es muy distinto.

Resulta que cuando nuestro cuerpo, cesa con sus tareas, se relaja, enferma.

Los mayores, siempre dicen; el trabajo es salud.

Pues me lo he de plantear, por varios casos que he vivido a mi alrededor.

Tengo la suerte de trabajar, en mi vocación. Aunque también es duro. Y mi cuerpo se resiente.

Deberíamos jubilarnos mucho antes. Para poder, disfrutar nuestra madurez con vitalidad.

No puede ser, que trabajemos más años, de los que nos quedan por disfrutar.

Ojalá todos pudiésemos vivir con plena salud, toda nuestra vida.

En recuerdo de los trabajadores, que jamás llegaron a jubilarse.

AGRACIADA.

No son pocos, ni demasiados.

Son lo que necesito.

Los que realmente me echan de menos.

Los que se preocupan.

Los que me quieren ver.

Esos que se alegran de tenerme a su lado.

Agraciada, pues lo percibo con todo mi corazón.

Personas importantes en mi vida. Preguntando, ¿ cuándo nos vemos ?

Ellos son mi esperanza. Mi deseo de seguir.  Mi fuerza. Mis ganas de vivir. Mi presente.

Mayores; afirmando... ¿ vuelves ponto, verdad ?

Personas que ayudan a otras. Y me regalan unos bombones, por poner mi granito de arena.

Desconocidos que entablan conmigo conversación. Simplemente por sentirse escuchados.

Un vagabundo que me regala una chaqueta de MUJER. El no la puede usar. Le queda pequeña. No pide nada. Y poco después, me necesita. Necesita una chaqueta de abrigo, pues duerme en la calle. No me importan los motivos. Le doy lo que necesita. He sentido que no ha sido una estafa. Solo desesperación por vivir.

El voluntariado que yo realizo. No lo suelo comentar. Es algo imprencindible, emotivo y sencillo.

Cada día más agradecida. Por sentir el respaldo de aquéllos, que me ofrecen una pequeña sonrisa.

Demostración de sinceridad, amor, respeto y confianza.

No puedo ser más afortunada.

GRACIAS CÁRITAS.