Me permite elegir. Disfrutar de mi trabajo. Lo que he sembrado, da sus frutos.
Existen personas importantes, en mi vida. Pero una de ellas. Me ha dicho; ya era hora, despues de casi 60 años...
Y espero dejar huella, para que los que me conocen; no cometan la misma inexperiencía. Sirve de mucho plantar raíces. Valores; que florecen con el paso del tiempo.
La carrera, mis virtudes, mi entrega; queda, para los que me quieren.
Mi experiencía, debe servir, para proteger, informar. Y plasmar, que nuestro trabajo es esencial. Nuestro trabajo, es imprescindible. Y seguiré luchando por nuestros derechos.
No limpiamos culos. HACEMOS MUCHO MÁS.
Jamás me arrepentiré de mi postura, ante mi profesión. JAMÁS.
Solo veo que desaparecen, esas personas a las que cuido con tanto esmero.
Hablo de mi propía experienía.
Se van, se van.
Y seguiré en mis trece. Aportraré. Sin decuidar mi talento. Mi obra. Como las de tantos trabajadores. No cesaré de insistir, nuestros cuidados son esenciales.
Lo he visto con mis propios ojos. Cuando no estoy. SE VAN.
Insisto, somos muy importantes.
No indispensables. Pero sí especiales.
Cuando es por devoción, y no es por obligación. Los entresijos se difuminan. Las uniones se fortalecen.
Los inetereses no llevan a nada.
La virtud del CUIDADOR es imprescindible.
ESENCIALES.
DEJANDO HUELLA.
ResponderEliminar