Sabías palabras. Mi MADRE lo solía repetir a menudo.
Siempre he pensado que es mejor hacer caso omiso, a los necios.
Siempre he creído en el PERDÓN.
De forma egoísta, cuando eres capaz de perdonar. Eres FELIZ.
Tu capacidad de bondad, te guía por los mejores senderos.
Te sientes en PAZ contigo mismo. Valor que no tiene precio.
Tu fortaleza dependerá, de tu bienestar.
Te pueden decepcionar, y sabrás que más tristes ellos están.
Con tu benevolencia, aportarás riqueza. Y lo más importante te llenaras de gloria.
Merece la pena.
Sin desmerecer tu propio ser. Siempre podemos aportar. Y no exigir nada a cambio.
Creo que la PALABRA AMOR, se rige en este sentido.
Amor no es me gusta tal persona. Me atrae, me enamora, me apasiona. Es guapa, increíble, etc.
AMOR; no tiene sentido. No sabes el porqué te enamoras de alguien.
Solo sientes, percibes, y alcanzas fantasías irreales.
Juntas las manos con alguien, y saltan chispas. Sin saber porqué.
Encuentras su mirada, y te ves reflejado. Nunca te pierdes con ese ser.
Incluso en la mayor desventura, te encuentras plenamente feliz.
No te importa lo que ocurre a tu alrededor. Es como si te volvieras; ciego, sordo y mudo.
Tus sentidos se nublan. Y solo ese alguien, ahonda en tu vida.
Se habla de media naranja, de alma gemela.
Yo creo, mas bien, que es uno mismo ante sí, y ante los demás.
Saberse amado y querido, difícil realidad. No existe VERDAD ABSOLUTA.
El AMOR te ofrece su propio estigma. Su enigma más paradisiaco.
Dichoso todo el que puede apreciar, ese sentimiento.
