Creer en las personas, ya es bastante complicado.
Tener confianza, se hace insostenible.
Que te mientan, te utilicen, y te manipulen; no tiene perdón.
Si además te traicionan, apaga y vámonos.
Que triste, que penoso. Ponerte al descubierto, y sentirte utilizado. Pensabas que podías hacer el negocio de tu vida. Te equivocas, maldita mentirosa. Suerte que no hay quién me engañe. Y menos cuando de mi dinero se trata.
Hice mis comprobaciones, te ofrecí dinero en mano. Y creo que te di, más de lo que merecías. Creíste que me engañabas, no fue así. Necesitabas mi ayuda. Te la ofrecí . Te di lo que estaba en mis manos. Y me traicionas...
Aún así, sigo manteniendo mi conciencia muy tranquila. Te hacía falta efectivo; ahí lo tienes. Siempre creo hacer una buena labor.
Siento que los demás crean que me defraudan, más bien lo siento. Pues los primeros engañados sois vosotros mismos.
Y es muy triste. A gitana no me gana nadie, he aprendio el trapicheo desde muy pequeña. En la calle, con gitanos, etc.
Con lo mío no se juega.
Me siento satisfecha, he realizado una obra de caridad.
Muchas cosas aprendí de mi MADRE. VER OIR Y CALLAR.
Cierto, que en ocasiones, me hago la tonta. Para despué
s utilizar todo embrollo, en mi propio beneficio.
He ayudado, y también me he beneficiado. TONTA NO SOY.
OS LO ASEGURO.
