La fuerza que nos delimita, la fuerza que nos deleita.
El camino implacable. El destino insuficiente.
CONECTAMOS...
Y qué?
Vamos a dejarnos arrastrar por la maliciosa corriente del río, en calma.
Y sí, vivamos este gran encuentro. Sin más.
Pudimos hablar horas interminables, se nos pasó el tiempo.
Que podemos hacer, seguir nuestro viaje.
Nos guía el acontecimiento, la vida, la virtud, el desencanto. Sea lo que sea. Nos hemos encontrado.
VAMOS A VIVIRLO.
Consigamos alcanzar esa ansiada felicidad.
Sea como sea.
Nos importa un bledo todo lo demás.
Hemos conectado. No podemos seguir sin hablar.
Este encuentro que sea firme.
Que permanezca en nuestras vidas o que nos depare la eternidad.
Tengo mis valores arraigados. Pero no me importa, lanzarlos todo por la borda.
Si la ocasión lo merece.
La vida nos ofrece, oportunidades únicas.
Las decisiones son nuestras.
Y podemos elegir.
Debemos, seguramente me pueda equivocar; pues tengo esa delicadeza innata.
No me importa, si tu y yo nos hundimos en la profunda amistad.
Aparcaré todo motivo de duda.
PARA VIVIR.
