El finde ha sido espectacular; no se puede ser más feliz.
Pasar momentos inolvidables y emociones compartidas, entrañables junto a los míos.
Junto a ti.
Pocas personas, forman mi pequeño mundo de felicidad pura. Soy emocionalmente explosiva. Y ellos saben, atender a mi corazón.
Saben cómo recomponer esas piezas dañadas. Perfeccionan los pequeños momentos, en grandes aventuras. Es tan poco lo que se necesita; tan poco lo imprescindible para ser feliz.
Un bocata, un encuentro, un abrazo, una mirada. Un beso entregado desde el alma. Gestos cómplices, protección , amor en estado puro. Sin obligaciones, sin compromisos.
Entregas sin pedir nada a cambio.
Un café a media tarde.
Unos comportamientos sublimes. Infantiles y adultos; a la vez.
Sentirme una buena persona. Sentir ser una buena MADRE.
Ver el progreso inalcanzable de mis HIJOS.
Sus proyectos de vida, sus valores, su corazón. Me hace sentir la mujer más afortunada del MUNDO.
Esa gran inocencia, que atrapa a cualquiera. La sencillez y el aprendizaje visualizado en mis NIETAS.
Generaciones que recrean mis vivencias.
Poder regresar a mi infancia a través de ELLOS y ELLAS.
Y tú, tan pendiente. Tan a la altura. Tan señor, caballero. Amable, respetuoso y directo. Logrando pasos agigantados con tu forma de ser. Tu dulzura característica, tu humanidad. Ganando esa prueba de aprobación, casi improvisada. Haciendo que mis propios deseos, fluyan acompasados.
J, me hacen tan feliz. No te puedes llegar a imaginar, hasta que punto. Sin limites.
Sin presión, dejándome ser YO.
Para acabar el día, una buena cenita. Unos bailes emparejados. Unas miradas encontradas, un acercamiento sensual. Una entrega de amor sin palabras. Verte bailar, con total armonía, enseñarme tus pasiones; ser TU. Apreciar tu hombría delicada. Conseguir con tus movimientos, si cabe; envolver a mi corazón más y más. Hacerme tuya con tu demostración amorosa. Ofrecerme la oportunidad de elegir. De decidir qué quiero hacer. Qué deseo, qué me apetece.
Darme las armas, para poder deleitar mis deseos.
Saber encontrar mi flaqueza. Y honrar mis virtudes.
Valoras quién soy, lo haces con esa naturalidad. Tus expresiones, tu carita de enamorado.
Tu respeto, hacia mi persona.
Qué grande eres JESÚS.
Poder retozar juntos, todo lo que nos apetezca. No tiene precio.
