Hoy no voy ha hablar desde mi punto de vista. Creo que hay momentos; deseables de callar.
Es mi momento. Lo voy a conseguir. No hablar de mis sentimientos, no abrir la boca ante las injusticias. No respirar. Algo a lo que ya estoy muy acostumbrada. No será difícil.
Callaré.
Seguiré algunos consejos de gente experimentada. De personas. De sabías almas.
Me piden siempre paciencia. No dejar de sentir, pero no permitir que mi corazón se endurezca, no dejar entrar en el pecho tanta opresión... Permitir a todos su conducta. E intentar que me respeten. Si no es así, me dicen... ALEJATE.
Poder dar mi opinión sin autoridad. Con gestos de amabilidad, comprensión y afecto.
Son algunos consejos.
Al final de qué se trata; ser egoísta no entra en mis planes.
Puedo reconocer mis defectos, puedo. Sé que a algunos les cuesta un poco. Puedo ser capaz de hablar, escuchar, conversar, pero no soy capaz de que me ignoren, me anulen. No consigo minimizar las criticas hacía los míos.
No entiendo algunos comportamientos.
Sigo intentando respetar a todos los que me rodean. Hasta hoy jamás me han dañado tanto. No por lo esperado, más bien al contrario. Por lo que espero y no llega. Nunca me he sentido tan distante. Seguro que cometo fallos. Estoy segura. Como todos. Lo que no comprendo es; porqué a algunos se les apoya y a otros NO.
Y después de conversar con los sabios mayores. Me he dado cuenta de que valgo mucho. Y que mi labor es inmensa. No me arrepiento de decir la verdad. Me sabe mal, la reacción de los ignorantes.
Sigo mi camino. Pues es el que yo he elegido.
GRACIAS JEFES.
Ellos, a su edad; aportan todo lo que otros ansían y no son capaces.
Siempre he percibido el inmenso amor de los mayores. Incluso los más pequeños te aman con plenitud y transparencia.
Que más decir...
GRACIAS PERSONAS HUMANAS.
DESEO A TODOS LA FELICIDAD MERECIDA.
