En eso pienso continuamente. No quiero decir que sea la verdad absoluta, pero es la que yo he vivido, he visto, he mamado, he experimentado.
Sería muy extenso entrar en detalles.
HE DE DECIR QUE ME TRAGUÉ TODO SUFRIMIENTO AJENO. SIENTO DECIRLO ASÍ. ES LA PURA VERDAD.
Por mi, por mi salud, lo gritaré donde haga falta.
Es mi decisión. Respetaré a quién no la comparta.
Aceptare todo tipo de criticas constructivas.
Pero para nada; gritos, insolencias, ni desprecios.
Si a alguien le interesa, ya sabe donde encontrarme.
Yo ya no buscaré.
Cada uno, cada cual, tiene su historia.
DE CADA UNO DE NOSOTROS DEPENDE. SABER ADMINISTRAR LOS SENTIMIENTOS.
NO TODOS SOMOS FUERTES, PARA ECHAR ATRAS O ADELANTE.
YO NECESITO HABLAR, COMPARTIR, AMAR.
Y si me equivoco, lo siento mucho. Es lo que me pide el corazón.
Me considero valiente, por afrontar toda mi historia de mierda.
Me siento orgullosa de los que pueden vivir sin traumas.
El mío me perseguirá toda mi vida.
Quizás por ser demasiado débil.
No me importa, quiero irme de este mundo, plenamente feliz.
Satisfecha y llena de felicidad.
Sin mentiras, ni embrollos, ni falsedad, ni hipocresía.
Siempre con la verdad por delante. Afrontando. Luchando. Respetando.
AMANDO.
NO ES TAN DIFICIL...
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