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lunes, 15 de abril de 2013

RAFAEL.

El señor R, era el padre de una de mis mejores amigas.
Gran montañero, gran silvador, gran bondadoso, tan grande y tan inofensivo a la vez
Guapo, alto y delgado. Con buena presencia, con un semblante amable, pero con una gran problema emocional. Al menos eso pienso yo.
Lo recuerdo, sobre todo asomado a la puerta del BAR, o paseando por el barrio de Gracia. Muy bien acompasado, con buen ritmo, y bastante altibo.
Por causas desconocidas, entró en el oscuro mundo del alcohol, y eso fué su perdición.
En alguna ocasión fuí con la família al bosque a buscar setas, era un gran entendido.
De él aprendí a vivir la vida, a respetar, a no hacer daño ajeno, a no meterte con nada ni con nadié.
Ha hacer tu vida en una palabra.
Y eso es lo que en sus últimos años hizo él, vivir a su antojo. Es mi manera de verlo.
Sin entrar en detalles, hoy creo que era un hombre que estubo en el lugar equivocado un día equivocado.
Mi percepción sobre él, era de buen hombre, pero ese camino que escogió no le llevó muy lejos. ASÍ que con 49 años falleció, y fuí al entierro, y la gente le quería, y su família también. Y recuerdo que días antes de fallecer, lo visité en el hospital, y él siempre tenía buenos consejos hacía mi. Y estubo muy agradecido, y a mí me encantó que estubiera allí en la cama, tan despojado de su fuerte valentía, y tan indefenso. Y pensé algo, en lo que hoy en día aún estoy meditando. Y pensé que en la ida hay que hacer el bien al prójimo, sin justificar las causas, y mucho menos juzgar. Que todos en un momento dado necesitamos ayuda, y que algunos tienen suerte de encontrarla y otros no.
ASÍ que señor RAFAEL, desde el fondo de mi alma, allí donde estés, espero que seas FELIZ.

TITE.

Una persona que tamién inflyó en mi vida fue el TITE.
Era un señor ya madurito, que intentaba por todos los medios, que la juentud fuéramos por buen camino.
Si no recuerdo mal, militaba en la OJE, era seguidor de JOSE ANTONIO PRIMO DE RIVERA, creo que era un señor de derechas. Tenía unas ideas políticas que yo no alcanzaba a comprender, pero que defendía a capa y espada. Por eso merece todo mi respeto. Un señor que quería salvar al mundo de gente para él innecesaria. Un señor que pudo causar mucho daño por la gran influencia que podía ejercer. No voy a contradecir su idea, sólo quiero decir que no se puede imponer tu pensamiento a personas inmaduras, incapaces de reflexionar. Por otro lado te ofrecía todo lo que estaba en su mano, te llevaba a sitios maravillosos, a la vez que intentaba introducirse en tu cerebro. Defendía grandes valores, en esto sí estoy de acuerdo. Y me imagino que tuvo una vida turbulenta, pero yo no la conocía.
Porque ya no está entre nosotros, quiero agradecerle de alguna manera, que forjara un poco las enseñanzas en mi pequeño caminar.

domingo, 14 de abril de 2013

PERSONAS QUE NO ESTÁN Y MERECEN TODO MI RESPETO.

La SRA AMELIA.
Antes de empezar, le dedico este escrito SRA AMELIA.
Y sé que usted sabe que desde el fondo de mi alma, hablo con todo el respeto que usted merece.
SRA AMELIA, gran dama, señora, mujer, esposa, madre y gran abuela.
Pero para mi particularmente, gran cómplice, buena oyente, amiga, consejera. Paño de lágrimas, que con gran simpatía sabía secar.
Cuántos mimos me ofreció SRA AMELIA, cuantos reproches me brindó, cuánta sabiduría, cuántos secretos. Que en la actualidad nos guardamos hasta la eternidad. Usted porque no está y yo por devoción, me los quedo conmigo. Y cómo la recuerdo en tantos momentos, como una DAMA DE HIERRO, fuerte, segura de sí misma, luchadora, entregada. No tengo calificativos.
SRA AMELIA, entre usted y YO. Quiero pedirle perdón, por no estar a su altura, pero es que usted era muy GRANDE. Sé que he hablado a solas con USTED, sé que me ha escuchado, pero no estoy segura si me ha perdonado.
Que tengo mi espinita, SRA AMELIA, y USTED sabe porqué. Y que gracias a este argumento, puedo desenterrar, porque lo llevo conmigo hace tanto tiempo.
En sus últimos días de batalla contra ese MONSTRUO, usted siguió estando firme, yo, sin embargo la dejé fuera de mi vida. Sé que sabe porqué, ya que se lo he contado muchas veces. En tantas charlas que hemos continuado teniendo, entre nosotras.
Por todo SRA AMELIA, GRACIAS, no quiero indagar más en este asunto, porque sé que hablaré con USTED, en la intimidad. GRACIAS SRA AMELIA.

PERSONAS QUE YA NO ESTÁN.

Como cronológicamente, tengo algún problema para situar las fechas. Voy a ir narrando, según la importancia que le dá mi mente, a esas personas, que aunque no están con nosotros; han formado parte de mí.
Mi ABUELA ISABEL. No guardo recuerdos de ella, porque yo era muy pequeña, la mayoría de las cosas las tengo en mente, porque me las han contado mis hermanos, o mis padres. Por lo que dicen, era una persona con bastante genio. Yo la recuerdo diferente, a lo que me cuentan. Recuedo a mi abuela, en su casa de BALAGUER,, en su cocina, vestida de negro, y con una sonrisa en la cara. Tambien recuerdo cuando venía a BARNA y siempre me traia algún obsequio.
Recuerdo a mi abuela un poco chillona, pero yo de eso no me asombraba, pues mi madre era igual.
Y sintiéndolo mucho poca cosa más.
Sólo que cuando falleció en su habitación, mi madre no la dejó ni un momento, y a mí me parececía una situacion, tan dolorosa, y tan larga. Y recuerdo, como no llegaba a comprender que estaba pasando. Pero también recuerdo que llegué a olvidarlo pronto. Milagros que tiene la mente infantil.
Eso sí abuela si me estás viendo, ya sabrás que en cada ocasión que voy al cementerio, te hago una visita, y pienso en tí. Y sé que tu desde algún lugar nos arropas.
Mi ABUELO ANASTASIO. A él lo recuerdo como a la persona mas buena del mundo, también era yo pequeña, pero no es díficil acordarse de él, porque es mi padre su viva imagen.
Recuerdo a mi abuelo en su pueblo, como disfrutaba de sus casa, y de su familía cuando nos tenía allí.
Recuerdo cuando venía a BARNA, que se azicalaba y salía a pasear a la PLAZOLETA, se sentaba en un banco, y ahí pasaba las horas, con su boina y su garrote. Y recuerdo a mi abuelo con mucho cariño. Era un auténtico abuelo.
Mi ABUELA VICENTA. Mi abuela Vicenta, era una mujer de carácter, vamos de pura zepa. Trabajadora, de hierro forjado. Una gran mujer de su tiempo, pues levantó con grandes esfuerzos a su família. Lo cual agradezco porque entre ellos está mi PADRE. Una mujer dominante, con grandes dotes de liderazgo, vamos que hacía temblar la tierra. De mi abuela, recuerdo esa carita triste cuando ibamos de vacaciones, y teníamos que regresar a BARNA. Recuerdo como me regañaba, y me enseñaba modales de pueblo, porque decía que yo era de ciudad.
Recuerdo cuando venía a BARNA, siendo ya viuda. Y dormía en mi habitación, junto a mi hermano P.
Recuerdo como por las noches, me explicaba batallas, como se ponia su orinal bajo la cama, como se levantaba,se peinaba su trenza y se hacía un moño. Moño que aún me pregunto cómo hacía con tal maña.
Recuerdo cómo se ponía las medias, cómo se calzaba, cómo a veces, me pedía ayuda.
Recuerdo sus meriendas, como nos cuidaba, cuando mi madre no estaba, y recuerdo sus gestos, su gran manipulación, sus dotes de dominio para con mi padre.
Y recuerdo a mi madre, sufrirlo en silencio, pero no puedo llegar a comprender, principalmente por mi temprana edad, porque en los ultimos días de su vida, para mi madre fué un calvario. Y el por qué de esas grandes cruzadas entre nuera y suegra.
Por mi parte cuando mi abuela lo necesitaba, nos tenía ahí, se la acompañó hasta el último momento. A visitas médicas, a visitar a sus familiares, etc.
Pero como esto se me escapa un poco de la memoría, sólo decir: GRACIAS ABUELA, por darme a mi PADRE.
Mi ABUELO JOSÉ. De mi abuelo, tengo muchos recuerdos, fué el último en irse.
Mi abuelo era guapo, elegante, trabajador, familiar, cuidadoso, protector y complaciente. De mi abuelo, recuerdo la pulcritud, en toda su esencia. El olor a after shave, el buen plante, sus desayunos, su saber estar.
Recuerdo su paciencia, su gran ritmo de vida, su no saber estar quieto, sus idas y venidas.
Su gran sentido del humor, sus chistes, su gracia andaluza.
Recuerdo como llegaba a casa, cuando estabámos de vacaciones, con su bicicleta cargada de productos del huerto, más tarde vendría en moto. Recuerdo como hablaba con mi madre, y le decía, DE ESTO NI UNA PALABRA. Mi abuelo sabía quedar bien con todo el mundo. Se le conocia en BALAGUER, como el TRUENO.
Recuerdo qué buenas hacía las migas, las torradas en la estufa, torradas con ajito y aceite.
Recuerdo cuando venía a BARNA, como disfrutábamos de su presencia, como mi madre le afeitaba, y se sentía tan orgulloso de estar guapo. Recuerdo como se ofrecía para cualquier tarea, siempre estaba disponible. Recuerdo esas comidas a la orilla del río, como ponía la fruta a refrescar, sus siestas. Y al finalizar la jornada, sus prisas por volver a casa.Recuerdo esas noches, en GRACIA, donde nos amenizaba con sus bromas, como mis hermanos reían sus gracias, en definitiva como nos hacía dormir. Y daba un respiro a mi madre.
Y te recuerdo abuelo, porque tu has sido una gran ABUELO. Porque nunca me regañaste, y me distes grandes consejos, porque sabías escuchar, y cuando hablabas lo hacías con ese toque de gracía particular. Un toque que sólo tú sabías. Y te recuerdo ABUELO, porque me guardaste grandes secretos, y me hiciste grandes confesiones. Y sé ABUELO, que eso queda entre tu y YO.
Y recuerdo ABUELO, como te fuiste de nuestras vidas, con tu gran sonrisa, como te acompañámos al cementerío, como te fuiste con tanta dignidad, con tanta elegancia. En tu línea ABUELO.
Y recuerdo como mi madre no pudo controlar sus emociones al perderte. Y como tuve que apoyar a mi madre. Recuerdo ABUELO, como hasta en tú despedida, nos tuviste a todos unidos, en tu casa, en la casa de la ABUELA ISABEL.
GRACIAS POR SER MI GRAN ABUELO.