FIBROMIALGIA.

Nunca he hablado en profundidad de esta enfermedad.
La gente que la padece sabe bien porqué.

Es una enfermedad silenciosa. Va haciendo su estrago, y cuando te sientes más vulnerable te ataca.

El gran problema es que quien la sufre, se niega a creerlo. Los que te rodean aún son más incrédulos. Y así se va convirtiendo en una serpiente que te atrapa.

Por fin Sanidad admite esta enfermedad, y parece que las leyes comienzan a amparar. Después de años de lucha. Por fin se reconoce que es una enfermedad.
Que no es una paranoia del enfermo.

Mi caso, en particular no difiere de otros con los mismos síntomas, molestias, problemas añadidos, incertidumbre, confusión, etc. No es necesario detallar.

Años de visitas médicas, de diagnósticos fantasmas, de pruebas innumerables.
De luchas y batallas perdidas.
Yo, he seguido siempre al pie del cañón. A pesar de las recaídas. He considerado que la mejor forma de estar sana, es hacer vida normal.
Y después de más de 10 años, cada día me supone mayor esfuerzo seguir con mi vida diaria. Cada visita médica sale algo nuevo.
No estoy dispuesta a perder mi espíritu vital. Seguiré con mi lucha, pues me mantiene viva.

SIN RENCOR.

No lo necesito. No necesito sentirme mal. Ni pedir perdón.
Siempre intento ayudar a los que me rodean. No espero nada a cambio. Porque,  realmente tampoco necesito de nadie, de nada.
Solo y exclusivamente me necesito a mis misma.
Ya hice un buen trabajo, cuando en otras épocas de mi vida, fue necesario.
Insisto no me arrepiento. Todo lo hice desde el corazón.
Ahora me toca vivir, me hace falta, lo necesito.
Vivir en tranquilidad, en paz; conmigo misma. Me necesito.
Sé que yo no me voy a decepcionar, a defraudar. Sé perdonar, sé quererme.
La soga que me rodeaba el cuello, se quiebra. Y me alegro. Lo intenté. Los juramentos, las promesas... se desvanecen.
Y con quién me encuentro?
CONMIGO.
Yo no poseo grandes tesoros. Vivo con los mínimos que la vida me depara.
Aunque sé que soy grande en PAZ Y ESPÍRITU.
El AMOR que me proceso, me basta para seguir adelante.

YA HE APRENDIDO A VIVIR.

BAJEMOS EL LISTÓN.

Maldita sociedad.
No hay forma de vivir tranquilo. VIVIR es su máximo explendor. No vivir amargados por los políticos, bajo tela de araña. Sin decisión propia.
Para ser feliz estoy segura que no es necesario nada material.
Tú, tus seres más amados y poco más.
Vivir para vivir. No cometamos el error tabajar para vivir, ni vivir para trabajar.

Debemos VIVIR, simplemente.

Qué demonios significa que debemos regirnos por la sociedad, las maneras, las costumbres.
Dónde está el amor, la paz, el respeto, la tradición.

Parecemos animales sin ojos, sin corazón, sin alma.

Qué nos preocupa, qué nos quita el aliento. Realmente cuando sientes amor por alguien o alguna cosa, nos damos cuenta de lo que realmente vale la pena. Somos capaces de olvidar el resto de nuestros problemas, para volcarnos en cuerpo y en alma a nuestro ser querido. En qué o quién pensamos cuando estamos enfermos...

Debemos delegar obligaciones, saber centrar nuestra energía vital en los importa de verdad.

Nos hemos acostumbrado a vivir rodeados de riqueza. Amigos, la mayor riqueza es sentirse amado. Y sobre todo AMAR.

Nos complicamos de forma repetida. Como máquinas en desuso.

Seamos FELICES.
BAJEMOS EL LISTÓN.

Es la única manera de no sentir decepción, etc. La única de no ser infeliz.

No es más feliz quien alcanza la meta. Si no el de disfruta del recorrido y la alcanza.

No enseñemos a nuestros hijos a competir. Las caídas serán menos fuerte. Con nuestro AMOR sabrán llegar mucho más lejos.

BAJEMOS EL LISTÓN.

ANGEL DE ANGEL DE LA GUARDA. LA GUARDA Y SUS ANGELITOS.

Siempre a nuestro lado, mi precioso ÁNGEL.
Tu presencia se hace notar más, si cabe.
Todos tenemos tan presente tu aura... Mis hijos notan tu poder. Yo... bueno, ya sabes que hablamos cada día.
Y aquí sigues MAMA, entre nosotros.
Sé con total seguridad, que no te has perdido ningún momento importante de nuestra vida. Sea bueno o malo, nos acompañas. Te damos gracias MADRE.

Cuánto más se acerca a nuestras vidas, uno de los momentos más felices, aquí ESTÁS.

CON TANTA FUERZA. NO PODEMOS EVITAR EL SENTIR TU PERFUME, TU PRESENCIA, TU VOZ.

Nos ocurre a los tres, sin diferencia. Por eso estoy tan segura de que no te has IDO.

Lo recuerdo, MAMA. En las últimas conversaciones. Me prometiste no dejarnos NUNCA.

Lo estás cumpliendo.

Y por nuestra parte, seguirás siempre en nuestros corazones, en nuestra alma. Tu esencia nos acompañará por el resto de los días.

Aquí estás MADRE.

TE QUEREMOS.