No pasa nada.
Hemos de coger el timón. Y seguir adelante. Eso me enseñan mis profesores.
Todo es surrealista. Nada es igual a otros años.
Cambios imprevistos, a los que debemos adaptarnos.
Mi gratificación; mi trabajo.
Así es esta NAVIDAD, tan difícil.
Tan increíble, tan distante. Tan maliciosa.
Me siento egoísta, si alcanzo a celebrar algo.
No puedo, me indigna que la vida siga.
Me aterroriza que el ser humano, pierda su esencia.
No deseo defraudar a esas familias...
A esos ABUELOS.
PADRES.
HIJOS.
Que debo celebrar?
Mi empatía, me lo impide. Mi solidaridad me abruma.
No deseo traicionar a ningún ser.
Mi NAVIDAD, este año... Se basa en ayudar al prójimo.
Realizar con AMOR, mi trabajo. Y poder brindar, con los que en este momento me necesitan.
Con todas las precauciones necesarias, con todo el respeto.
Esas personas, que no pertenecen a mi círculo más cercano.
Y sin embargo, me demuestran todo su cariño.
A ELLOS ME DEBO.
Sin más.
Me siento agraciada, por saber que mi persona más querida; se encuentra cobijada.
Alguien, sinceramente se ha preguntado qué es la NAVIDAD.
APORTAR AMOR.
Doy GRACIAS.
FELIZ NAVIDAD.
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