Nunca, debes perder los papeles. Jamás debes faltar el respeto a nadie. Si mantienes una buena conversación, y ésta llega a límites insospechados. Deja de hablar. Que no te arrastre nadie a decir cosas que no piensas. Que no te enojen para sacarte de tus casillas. No merecen tu atención. Si eso ocurre, adiós.
Si alguien ha llevado tu paciencia demasiado lejos, olvídalo; sin más. No es digno de tu escucha. Todos sabemos reconocer a un ser malvado.
Nos habrá pasado a muchos, te camelan. Y a la mínima, te dan una puñalada por la espalda.
Esos personajes, no deben estar cerca de nosotros. Bien lejos. Solo quieren nuestra compañía, para lograr sus fines. Todos los sabemos reconocer, más tarde o más temprano, enseñarán la patita.
No sientas lástima, que no te de pena. Sabes que son manipuladores innatos.
No debes permitir, jamás ni un solo insulto, ni una sola palabra desagradable. Nada por el estilo, y no intentes disculpar ni dar oportunidades. No cambiará.
NUNCA.
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Solo existe buena o mala persona.
NUNCA.
NUNCA.
NUNCA LO PERMITAS.
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