Domingo, vuelvo a tu lado. Siempre acompañada. Arropada por la Virgen.
Muestras mejoría. Tenemos conversaciones existencíales. Preguntas razonando, sobre lo que te preocupa. Estás alerta y superviviendo. Como tú sabes. Luchando con todas tus fuerzas..
Meditas, reflexionas. Escuchas, y sigues avanzando en tu progreso. Física y psicológicamente, te debates entre algún sueño, y en segundos vuelves a tu realidad.
Para mí siguen siendo duros momentos. Días de sufrimiento y a la vez, de admiración.
Compartimos canciones, jotas y bailes arágoneses. Celebrando el día.
Nuestros momentos de nostalgía, recuerdos. Risas y carcajadas. Complicidad mutúa.
La hora de la visita se acaba. Nos despedimos. E insistes en agradecer todo lo que hago por tí. Agradeces a todos los demás. Me cuidas, yo intento lo mísmo. Te preocupa si voy a comer, a cenar y dónde voy a dormir.
Te alegras por mi bienestar. Yo también por el tuyo.
Volvemos a crear un vínculo. Nos importamos mutuamente.
Entro en tus alucinaciones, consigo que las superes. Me transformo sólo para tu bien. Jugamos al despiste, iniciamos un plan; para disimular y que no nos pillen, cuando hacemos de las nuestras. Todo bajo supervisión médica. Complot en equipo. Nos funciona. ADELANTE. Me hablas de la MAMA. ELLA ESTÁ CON NOSOTROS.
VIVA LA VIRGEN DEL PILAR.
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