Casi inmaculado.
Ninguno lo somos. Todos tenemos y cometemos errores. Lo más importante, lo que se valora; es saber reconocer y aceptar, e incluso corregirlos.
Sin heridas, sin manchas; no existe ser humano sobre la tierra.
Por eso me gusta la definición, casi impoluto.
Todo el que se compromete, lo intenta, e inicia su proceso es digno de admiración.
Por eso, cuánto más observo, contemplo, a las personas. Mas me sorprenden.
Todos llevamos ese rastro, que es imposible disimular. Nos persigue. Y por mucha lejía, ahí está.
Y eso nos lleva; a saber remediar otra nueva mancha. Aprendemos con los años.
Simplemente sabemos lo qué queremos. Y lo qué ansiamos.
No volveremos a repetir los mismos errores. No lo podemos consentir. Utilizaremos nuevas herramientas, otras armas. Hasta poder conseguir nuestro objetivo. NO ESTAR SUCIOS O SUCIAS.
Si es necesario me lavaré; todas las veces que necesite. Porque me encanta la pulcritud. La honestidad, la verdad.