Algún día tenía que ser. Viviendo en el mismo pueblo. Era imposible no encontrarse. Aunque parecía que te había tragado la tierra.
Te vi un día, me ignoraste; como siempre.
Te respeté.
Te vuelvo a encontrar. Y por esas casualidades, hoy tienes ganas de hablar. Bueno, te vuelvo a respetar. Después de meses de incógnito. No sé que crees que eres. Quien te crees.
Pero está visto, que a persona te saco más de una legua.
Sinceramente, te he visto tan vulnerable, tan triste y solo.
No me ha importado sacar de mi tiempo unos minutos para ti. Incluso estando trabajando siempre estuve a la altura. Me has demostrado que poco me echas de menos. Me has confirmado que no me amabas. Que me engañabas.
Y te he podido observar, hasta conseguir lo que yo quería. Y aun así, te has rendido a mis pies.
Lo cual, me dice que clase de hombre eres. Siempre he pensado que necesitas a alguien que te cuide a tope. Yo soy demasiado MUJER.
Te sigo deseando lo mejor. Sabes que te aprecio.
GRACIAS J.