No es que yo entienda mucho, de horoscópos. Pero algo de personas, sí. De comportamientos, conductas, reacciones. Ahí si creo que puedo dar una opinión.
Deseo escribir sobre un buen amigo.
Me rompió el corazón, pensé que era lo mejor que me estaba pasando; en esos momentos de mi vida. Conectamos al segundo. Bailamos juntos, sin conocernos. Compartimos barbacoa, fiesta y chiste. No supimos seguir más allá. Cariñoso, entregado, pendiente de mí. Me conquistó con su mirada. Sus palabras me deshacían. Decía frases, con palabras que hacía tiempo no escuchaba. Y yo me sentía querida, amada. En una nuve irreal. Una fantasía imaginada solo por mi mente. Viví días intensos. Disfrutando siempre. Siendo feliz.
Escorpio, me ofreció calma, serenidad, tranquilidad. Risas, diversión. Mis emociones salían a flote. Confié. Me dejé llevar.
Hasta que llegué a sentirme presionada. Mi desconfianza me abrumaba. Cuando comencé a conocer a Escorpio. Hice mal, juzgué. No me correspondía. Me equivoqué.
La relación, pasó a ser un camio de espinas. Las discusiones fueron contínuas. Todo se basaba en la pura desconfianza, por parte de los dos. Choques emocionales. Dolor y falta de respeto.
Tuve que decidir. No era adecuado. Con todos mis respetos. No podemos estar juntos.
No descarto ser tu amiga.
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