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viernes, 9 de agosto de 2019

TERRA FERMA.

Nunca sabes que te depara el destino.
Quién me iba a decir que iba a encontrar a un buen amigo en mi tierra.
Lo puedes llamar como quieras... casualidad, causalidad, empatía, misterio.
Pero ha sucedido, esa es la realidad.
Tenemos una buena conversación. A pesar de que es Cáncer, podemos mantener largas charlas. Y estamos al acecho, a ver quién escribe para poder contestar. Si alguno de los dos se retrasa inica el tema.
Por esas casualidades de la vida, los dos madrugamos. Así que desde primera hora de la mañana, ya estamos conectados. Así diariamente hasta la noche.
Nunca me he encontrado a alguien que responda tan rápido a mi llamada, y a la inversa.
Exceptuando a la familia, claro.

Así que estoy muy contenta. De poder compartir con una persona tan especial.

Un caballero con todos sus atributos. Un señor. Guapo, amable. Un gran hombre. Inteligente. Dado a los suyos.  Un gran ser de la TERRA FERMA.

jueves, 8 de agosto de 2019

EN ALERTA...

Es indignante que cualquier familia de a pie; cualquier familia que se pasa el p... año trabajando, tenga unas merecidas vacaciones. Que necesiten su ansiado descanso. Que esperen con candeletas esos días de desconexión. Y que cuando lleguen a sus casas se encuentren con el puro disgusto de que les han entrado a robar. Es vergonzoso. Increible que tengas que estar alerta 24 horas al día.
Me parece absurdo el debatir sobre la seguridad ciudadana.
Me parece preocupante que las autoridades pertinentes no dispongan del suficiente poder, para erradicar la porquería de nuestras calles.
No soporto el deber que tenemos todos los trabajadores, todas las obligaciones, todo lo que debemos soportar.
Y que de buenas a primeras te amarguen la existencia con un disgusto. Esos que se dedican a NADA. Solo saben hacer el mal. No voy a entrar a
opinar. Todos tenemos derechos, pero amigos también obligaciones.
O todos moros o todos cristianos.
Todos somos responsables, quién no quiere vivir libre y dignamente?
Pero esos que gobiernan, son ellos los que deben proteger a nuestras familias.
No debemos dejar que nuestros hijos crezcan en el miedo, en la desconfianza.
Esta sociedad nos está aportando toda una serie de inconcebibles planes.
Planes de futuro, no creo.
Necesitamos vivir. Necesitamos tranquilidad. Lo merecemos.
No queremos una sociedad corrompida y sucumbida en el temor.
En doloroso pensar así. Creo que estamos en una época en la que necesitamos más defensa.
Los límites deben existir para todos. El comportamiento humano no entiende de razas. Simplemente hemos de gozar de respeto. Los unos con los otros.
Las palabras no van a solucionar este gran problema.
Se forman grupos vecinales, sin ley. La gente está hasta las narices. Puede que obren de buena fé, incluso junto a las autoridades.
No podemos consentir que nadie intimide a nadie.
Hemos de respetar, la ley la hemos escogido nosotros.

Ante la inseguridad, ante la incertidumbre. Espero que todos obremos en consecuencia.

No es necesario faltar a los derechos humanos. A los de ninguno.

Tengo claro que quiero vivir en un PAÍS que me ampara.

Espero no haber molestado a nadie, con mi insignificante opinión.

GRACIAS.

martes, 6 de agosto de 2019

Al fin del MUNDO.

Allí iría yo. A donde fuera. Si la recompensa me iba a satisfacer en todo los sentidos.
No me importaría cualquier obstáculo que se cruzara en mi camino. Si al final te podía ver.
Ese día cuando aparecí; tu cuerpo tembloroso, tu mirada amorosa, tu alma entregada.
El gran abrazo en el que nos fundimos.... No hay nada que valga más en este MUNDO.
Sentir tu corazón latir. Besarnos fuertemente. Caer esas lágrimas de emoción; no tiene precio.
La reacción humana no se puede controlar, cuando surgen los puros sentimientos.
Lo que me haces sentir; no lo ha conseguido nadie.

TE QUIERO.

jueves, 1 de agosto de 2019

AL SACO...

Este saco se hace pequeño. Voy a necesitar otro o uno mucho más grande.
Cuando de pequeña me contaban la leyenda del HOMBRE DEL SACO; porque era un Hombre y no una Mujer, creía que se llevaba a los niños y niñas malos.
Realmente lo creía. Imaginaba a un Hombre feo, alto, mayor, con gran nariz. Un Hombre que portaba a sus espaldas un gran saco, para meter a todos esos que se portaban mal.
Pero hoy, rectifico. Y pienso que todos llevamos un saco de mayor o menor medida. También llamada mochila. Nos pesa en nuestra persona.
Y también puede ser bien ligera. Depende de la fuerza que tengamos para ir vaciando. Yo estoy en una fase de llenar. Y creo que ha llegado el momento de escupir.
Ya no caben más hombres en mi saco. Comienzo a no sentir ningún tipo de satisfacción. En un principio sentía que brindaba mi ayuda incondicional. Me he dado cuenta de que no es gratificante cargar más peso del indicado.

HOMBRE DEL SACO; si todavía existes, quédate con algunos de los personajes malos que han pasado por mi vida.

Te los ofrezco, de todo corazón. Sabes que soy BUENA.

GRACIAS HOMBRE DEL SACO.