Lo he podido comprobar, en mis propias carnes.
Pese a quien le pese. Susodichos indignados.
Mindundis abrumados.
Tan pocos, han sabido ser persona, respetuoso, educado. Señor, caballero. Tan pocos.
Saben muy bien enfadarse; manipular, mentir, menospreciar e incluso, algunos se atreven a insultar. Pequeños seres vivos. Ratas inmundas. Bichos repelentes.
Es lo que me ha llevado a esta conclusión.
Ni siquiera se atreven a defender su poca humanidad. Saben lo que son y lo que representan.
Saben perfectamente porque están solos. SOLOS.
Nadie los quieres tener a su lado.
Algunos enfermos, sabiondos, penosas conductas que me llevan a pensar, que TRISTE.
Este escrito va dirigidos con mucha pena; a todos ELLOS. Los que he podido conocer, los que no. Con los que he hablado, con los que me he discutido. A todos los que he llevado contras las cuerdas. Por ser infames, y no tener el derecho de ni siquiera conocerme.
Para que puedan opinar, lo cuelgo en las redes. Si alguno se siente ofendido. Aquí estaré.
Se que no. Pues la cobardía acompaña a estos tipos.
AQUÍ DEJO UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD.
POR SI ME HE EQUIVOCADO. LO DUDO.
GRACIAS POR VUESTRA COLABORACIÓN .
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