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domingo, 30 de octubre de 2022

NADIE TIENE EL PODER.




     Quién decide lo que es normal, o no...

Especialistas. Periodistas, universitarios, licenciados, etc.

Ninguno tiene el poder absoluto. La Mente humana, es mucho más compleja que un diagnostico.

Decidir no está en sus manos; simplemente está en la de uno mismo. 

Te pueden brindar ayuda, pero el trabajo reside en ti.

En estos tiempos, parece que todo ser; puede opinar sobre ti. Sobre tu estado mental. De repente se ha puesto de moda. Y resulta que ahora somos todos vulnerables. Aunque creo en la ciencia. En todos sus adelantos. Nunca podré confiar en alguien que no te conoce.

La mejor terapia te la ofreces tu mismo, en principio. Y si estás dispuesto puedes acudir a cualquier ayuda. Siempre y cuando a ti te sirva. No por ser un simple ser humano, debes dejarte influenciar por los mecanismos de esta sociedad. No eres una ovejita. ERES UNA PERSONA.

Si quieres entrar en el rebaño, no necesitas ser parecido a ningún similar. Y si no quieres, es de respetar. Puedes tener cosas comunes, entre ELLOS y otras personas.

Aun así, tu eres UNICA.

Por desgracia nadie la clave de la felicidad. Solo uno mismo.

Somos libres de decir lo que pensamos. De lo contrario no somos NADA.

Las mariposas que te adoran, revolotearán junto a ti.

Sin pedir nada a cambio. Solo por estar contigo.

Esta madrugada he tenido la oportunidad de ayudar a una joven de unos 30 años. Necesita ayuda. Yo no soy ninguna persona con carrera. Pero la vida me enseña continuamente. 

NO SE COMO RELATAR ESTE VERIDICO HECHO.

Me despierto como siempre, a la hora estipulada. Me gusta tomar el aire, me asomo a mi ventana. Veo algo que me inquieta. No estoy segura de lo que es.

Me pongo mis gafas. Creo que es una persona, tirada en el suelo. Lo mejor será ir a comprobar. Bajo mi asombro descubro a una joven totalmente dormida, semidesnuda.

Consigo calmar mis nervios. Mi mente no puede cesar de pensar en cosas terribles. Pero en unos segundos, me centro en ayudar a esa chica. Que puedo hacer al respecto. Intento despertarla. Supongo que soy demasiado suave con ELLA. Llamo a la POLICIA. Protejo a la chica. Pues a estas horas suelen circular gente que viene de fiesta. Y todos van como van. La arropo con su sudadera, recojo sus pertenencias, me quedo con ELLA. Pasa por nuestro lado un chico bastante puesto. Y sin ningún reparo nos ofrece ayuda. Es increíble lo que la noche puede deparar.

Yo veo que respira, pero no reacciona a mis palabras. ESTA COMO ESTA.

La policía llega en unos diez minutos. Varias patrullas, y un coche camuflado. Supongo que secreta.

Se dan unas vueltas por el alrededor. A la vez que le doy una bofetada con ganas a la chica. Despierta y me dice; estoy bien. Me pregunta como estoy yo. Se asombra de la situación en la que se encuentra. Se siente avergonzada. Y me pide ayuda. Le digo aquí estoy. CONTIGO. Le digo que he pedido ayuda. Me dice que no hace falta. En ningún momento se me pasa por la cabeza dejarla sola. No sabiendo a lo me me enfrento. Solo quiero estar con ELLA.

Nos cogemos de las manos, como si no hubiera fin. Como si la conociera de toda la vida. ELLA me hace sentir que me necesita. Y yo respiro su agradecimiento.

La policía hace su función, eficientemente. Lo primero comprobar si tiene antecedentes. La chica cuenta que hace poco que vive por la zona. Y que soy su ángel de la guarda.

Después de la intervención de la policía. La dejan a mi cuidado. No entiendo bien, el porqué.

Es cierto que hablan con ELLA, y ella niega cualquier abuso.

Yo sin entender bien la situación, pregunto a uno de los policías. Me responde esto suele pasar. A veces la gente en estos extremos se desnuda. Como ella dice que no le ha pasado nada al respecto. Solo que se ha dormido en la calle. Solo que sus amigos la han dejado tirada. La policía no avisa a la ambulancia. Me dicen esta muy puesta de todo. Cómo lo saben... Sin ningún tipo de prueba. Las apariencias son claras. Pero yo nunca la hubiera dejado ahí tirada.

QUE HUBIERAS HECHO TÚ?

Ella no es culpable de nada. Ella ha sido manipulada por sus amigos; entre comillas. La han dejado cerca de su casa. Pero sola.

Las patrullas abandonan el lugar. Yo pregunto de nuevo, que he de hacer. Me dicen que si la chica está de acuerdo, me puedo quedar con ELLA.

CONEXION. UNION DESCONOCIDA. PERSONAS .

Y ahora a la hora de escribir, tengo tantas dudas, tanta indignación, tanta indefensión,, desprotección, tanta impotencia.

En una situación de estas características, la CHICA se ha encontrado sola. En la calle tirada. Los que la deberían proteger se esfumaron. Tenían la prioridad de cazar a ese chico, que pasó por allí de casualidad. Pues buscaban una solución. Pero no nos ayudaron lo suficiente. Entiendo porque muchas mujeres no quieren denunciar, no quieren nada. Porque nadie las apoya.

Todos tendemos ha realizar nuestro trabajo como mecánicos. Sin caer en la cuenta de que algunos nos debemos dedicar fielmente a socorrer.

No quiero ni juzgar ni justificar. Solo relato un hecho vivido por mí. Sin más.

Así que me quedo con la CHICA. Sentadas en un bordillo, me empieza a explicar su vida. Yo escucho, apoyo, animo.

Una MUJER , luchadora. Llega desde VENEZUELA. Para sacar a sus hijos adelante. A su familia. Una DOCTORA, que trabaja en una MUTUA de prestigio.

Una MUJER, saturada. Una pareja preocupada por lo que va ha hacer su pareja.

Ella solo necesitaba mi escucha.

Intento convencerla de que vaya a casa.

Su confusión, me hace temblar.

La invito a dormir en mi casa. Ella me invita a la suya.

Vuelve a pensar donde están sus pertenencias. Está todo controlado, le digo. Tranquila. Yo lo tengo.

Mi intención que volviera a su casa. Con los suyos. Me dice que la van a venir a buscar. No la creo.

Insiste en que vive por aquí. Vamos; le digo te acompaño hasta tu casa.

Su celular, como ELLA dice, se ha quedado sin batería. Lleva un cargador en el bolso. Lleva agua. Lleva su cartera. Me pregunta, si la han robado. 

No lo sé. Llevabas dinero. Salí de casa sin dinero. 

Entonces creo que aquí lo tienes, todo. Tu DNI, tarjeta sanitaria. Celular. Y muy importante las llaves de tu casa.

Se ríe. Y me dice. SIIII.

Pues vamos cariño. VAMOS A CASA. 

Me pongo en su lugar. TODOS HEMOS PASADO por alguna situación similar.

Confía en mi.


Ella insiste en si me encuentro bien. SI LE CONTESTO.

VAMOS JUNTAS.

VAMOS.

Por fin recuerda su dirección. Somos vecinas. No la he visto en mi vida.

Te acompaño. Ella se preocupa por su pareja; que está de guardia, en un importante hospital. Me va a dejar, dice. Mi suegra me mata.

Escucha, has bebido más de la cuenta. Y no sé cuán cosas más. Me dice la marihuana no me sienta bien. Las putas drogas.

VALE. VAMOS. VAMOS.

Entrar en su edificio me da fuerzas para seguir. No me ha mentido. Solo esta desorientada. Perdida.

Tiene las llaves. Lo hemos conseguido. Abre la puerta de su casa. Aquí te dejo. 

Me manda un beso con la mano. Me agradece la ayuda.  Y se clava en mi alma. Su mirada. Su gesto de agradecimiento.

Somos personas.



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