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sábado, 6 de abril de 2019

EXPERIENCIA.

Esa palabra que tanto utilizamos; sobre todo a cierta edad. Y de la cual no aprendemos su significado hasta bien entrada, nuestra edad adulta.
Nos valemos de ella, en muchas ocasiones. La utilizamos como comodín.
Llegas a los 50, y aprendes de otros mayores. Les escuchas, les dices continuamente.... claro, eso lo da la experiencia.
Ellos son capaces de superar obstáculos en su vida, cada vez con mayor fuerza y valentía.
Ellos nos enseñan a valorar, a vivir sin traumas. A saber y asumir que nuestro paso por esta vida, es pasajero.
Tú los entiendes por fin, y dices por qué yo NO.
Y te ha alcanzado la madurez, ya comprendes tu paso, tus andares. Te sientes inmerso en el mundo adulto. Una nueva etapa, de la cual vas a salir reforzado.
Ya sabes qué es, qué significa esa palabra. Esa que tanto te repetían. Cuántas veces te repetían tus mayores... cuando seas grande lo entenderás.
Así es señores y señoras.

La experiencia nos aporta calidad, amor, paciencia, fuerza y vigor para seguir en nuestra nueva etapa.

Nunca dejemos de escuchar a nuestros mayores, nunca.
Nos aportan mucho más de lo que imaginamos.
Y cuando nos llega el momento, nosotros hacemos lo mismo con nuestros descendientes.

Disfrutemos de nuestra experiencia, para poder inculcar a nuestros herederos toda nuestra vivencia. Y que puedan ser capaces de crecer y aprender, para poder mostrar su experiencia a nuevas generaciones.

La vida es un camino, fácil de emprender, si disponemos del secreto. AMOR.

domingo, 24 de marzo de 2019

EN OTRO NIVEL

No es sumamente difícil volar, sentir que bailas en otros niveles superiores a los terrenales.
Sencillamente es sobrepasar los deseos materiales, basarse en los aspectos más básicos de nuestra vida.
Sobran discusiones u opiniones arraigadas a lo metódico, a la rutina.
Cuántos se enzarzan en medidas cautelares, en sueños imposibles de alcanzar. En proyectos difíciles de alcanzar. Cuántos se degradan viendo pasar el tiempo, sumidos y ahorcados hasta los huesos.
Cuántos se ahogan económicamente, para pasar el resto de sus días agonizando.
No para ellos mismos;  si no para otros, para la sociedad.
Cuántos creen firmemente que su felicidad se basa en la simple razón de llegar al trabajo, cobrar, pagar y seguir.
Se escapa la vida, se escapa. No somos realmente conscientes.
Podemos parar...
Nos equivocamos, nos caemos, nos levantamos. Y seguimos en pie. A trancas y barrancas, pero seguimos. Algunos se conforman, con pensar; no nos queda otra.
Sí, tenemos la oportunidad de querer vivir felices.
Respetable es, que cada cual se crea que puede ser feliz a su modo.
No nos equivoquemos la felicidad está en el camino a recorrer.
Aprovechemos las señales que la vida nos ofrece.

Los sentimientos, las vivencias, los amores, no cuestan dinero.

Ahí está el secreto, no en lo material; al contrario en lo más sencillo.... en un abrazo, un beso, una palabra, un gesto.
Tenemos muy cerca el milagro de la felicidad.

No lo dejemos escapar.

domingo, 17 de marzo de 2019

UN ABRAZO...

Por fin, pude abrazar a una de las pocas personas que más quiero en este mundo.
MI HERMANA CARMEN.
Una gran luchadora, una gran mujer. Una mujer que siempre va de frente. Que nunca te falla. Una grandiosa persona. Una MADRE, una HIJA, una HERMANA.
Una persona que nunca desfallece, y si así sucediera; sacaría fuerzas desde lo más profundo de su gran SER.
Nunca creí que pudiera QUERER tanto a mi HERMANA.
Nunca imaginé, ni siquiera desde bien pequeña que iba a ser mi soporte. Mi energía, mi fuerza.
Y me arrepiento de no haber ido a abrazarla antes. Muchísimo. Dios lo sabe.
Me faltaron esas fuerzas que a ella tanto la definen.
Fui una cobarde. Lo siento tanto. Tenía tanto miedo, tanto...
Ayer cuando puede notar su arrope, supe cuánto la necesito.
Y está hundida, enferma; sin embargo me demostró tanta entereza. Tanto AMOR incondicional.
Con solo un par de abrazos me hizo sentir tan FELIZ.
Transmitió toda su bondad hacia MÍ.

Siempre podré gritar a los cuatro vientos, cuán agradecida estoy por haber podido compartir con mi HERMANA, tanta dicha.

El amparo que me brinda es incalculable.

La PAZ con la que volví a mi casa, no tiene precio.

TE QUIERO HERMANA.

domingo, 10 de marzo de 2019

ARMADURA

Gracias...
Quise despojarme de mi armadura. Lo intenté. Y falló.
Preparada creía estar; y me volví a equivocar.
Me planteé, capaz o no?

Fuí capaz, pero me fallaron.
Siento un gran dolor, inmenso dolor. Porque mi armadura se rompió.
Creí estar preparada para iniciar un nuevo camino. Y no fue así. Me hirieron de muerte.
Lo que peor me sabe, es haber sido vulnerable, débil, indecisa. Creer, confiar y equivocarme de nuevo.
Pensar que estaba en el camino, y no lograr alcanzarlo.
Necesito ser fuerte. Volver a sacar mis armas.
Y realmente me da igual, quién pueda sufrir el derribo.
Pues solo voy a creer en  mi misma.
No me siento con fuerzas de soportar más cobardía.
No quiero meter en mi mochila de la vida más peso.

Creo sinceramente que ya he soportado más de lo debido. Y debo soltar, soltar.

No deseo arrastrar en mi camino, más peso de lo debido.

Pienso solo en mí.

Satisfecha de dar oportunidades. Complacida de no recibir nada a cambio. Entregada según mis principios.

Y feliz por haber aportado poco o mucho de mi entrega.