Siendo igual de confusa, sus decisiones intentan ser acertadas. No puede evitar algún que otro arrebato, siempre fiel a su carácter. Dando vueltas y vueltas, sin sentido, que la ayudan a centrar su conducta. Amable, cariñosa, fiel, y entregada. Hasta que alguien le falla, entonces no sabe cómo ahuyentar toda su ira.
Un buen consejo, que siempre me ofrece. Es que deje pasar el tiempo. Que nunca reaccione al momento, ante la rabia; mejor esperar. Luego suelta, me dice. Poco a poco. No lo hagas de golpe. Mi gran consejera. Que haría yo sin ELLA.
A su edad, con lo que tiene. Con su enfermedad, con sus lagunas mentales. Y todavía es capaz de escuchar, aconsejar, apoyar. Dejarme ser YO. Me hace reír, para ahogar las penas. Es tan sabía. No deja de repetir; se tu misma. No debes menospreciar tu persona. LA VERDAD SOLO TIENE UN CAMINO.
Ella, me alza en volandas. Me agradece mi trabajo. Me obsequia con sus sonrisas. Sabe, sabe mucho. Pide disculpas, si es necesario, esas veces que el genio la quiere dominar.
Tiene un gran corazón, aunque ELLA me diga que no es tan buena como aparenta. Conmigo lo es. Creo que nos conocemos tanto. SABEMOS PONER EL LIMITE, EN EL MOMENTO PRECISO.
No es perfecta, pero tiene una calma innata, que te rodea de paz.
Su Parkinson desaparece por momentos, si la necesito. Cuando la veo cansada. Corto y cambio.
Le doy un abrazo, gracias por todo, y aún me contesta sabes que TE QUIERO.
LA ADORO.
Y... al final, acaba cediendo ante todo. Pues es su forma de ser. No va a cambiar.
Porque, simplemente es ELLA MISMA.
UNA GÉMINIS PURA Y DURA.
UNA MISMA.
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