Has tomado una decisión. Has querido volar. Te has ido.
Tuve la gran suerte, de despedirme. De abrazarte, besarte en la frente. Decirte TE QUIERO. Sin saberlo, fue una despedida.
Como siempre te ofrecí todo mi amparo. Como siempre, me digiste, no hace falta.
Te has ido, SOLA. Tristemente desolada.
Sé que siempre fuiste FUERTE. Es por eso, que respeto tu decisión.
Y sólo me importa tu decisión, apresurada. Me siento mal, pero lo acepto.
Sabes cuántas conversaciones mantuvímos. Siempre tuve que darte la razón.
Mujer con experiencía vital. Luchadora, educadora. Con valores. Siempre te dije que tus enseñanzas, me enseñaron.
Cuando te sentías, débil, acudías a mí. Y yo te lo agradezco. Por todo lo que has logrado conmigo.
LO QUE COMPARTIMOS FUE AMOR.
HICE LO QUE TE PROMETÍ.
GRACIAS QUERIDA AMELIA.
LO HICIMOS.
ResponderEliminar