LA CAROL...

Ella pasa una larga temporada ingresada en el Centro de Salud.
Acaba convertida en una persona sin cerebro.
Se ha evadido totalmente del mundo real.
Su estado mental ha empeorado. Con lo cual pasa más tiempo del debido hospitalizada.
Ha recibido tratamientos extremos, que han borrado su identidad.
Ni siquiera reconoce a las pocas personas que la van a visitar.
Ella no sabe lo que ocurre. Los demás no son capaces de dar explicaciones.
Y así, avanza el tiempo.
Es posible que la Carol, nunca salga del Centro.
Y no es que a nadie le importe demasiado.

BELLATRIX.

Bella, mi musa.
Mi inagotable compañera.
La que guarda mis mayores tesoros.
Ella, a la que un día fuímos a buscar.
Y fue la que me encontró.
Consigue velar mis sueños.
Me protege cuando es necesario.
Con total entrega, sin pedir nada a cambio.
Me masajea, me tranquiliza.
Sabe cuando la necesito.
Y cuando no, sabe respetar mi espacio.
Creo que una mascota, que me conoce muy bien.
Sé que es fuerte, valiente y muy independiente.
Nuestras conversaciones son afables.
Nos comunicamos a la perfección.
Ha logrado espantar mis miedos.
Le estoy muy agradecida.
Llego a mi vida para aportar bienestar.
Su sabiduría alcanza límites insospechados.
GRACIAS BELLA.

Sabes lo que para mí, significas.

MAÑA. LA ROLLA.

Carmencita. Persona con carácter aparentemente. Persona cariñosa, amable, sincera, directa e inteligente.
Vividora adelantada en sus tiempos. 97 años la definen, como revolucionaria mujer.
Viajera, inquieta, curiosa, extrovertida. Conocedora de varios países. Derrochadora de energía positiva. Con las cosas muy claras. Quejas que no falten. Hay que ser cariñosos, dice siempre la Carmen. Hay que unirse y protestar.
Señora que se ha codeado con la alta burguesía. Con la burocracia europea. Vividora al límite. Saciadora de sus amistades. Correcta en sus logros. Trabajadora insaciable.
Con ella he aprendido a valorar mi trabajo. Siempre mi Carmen, tan educada, y conformista. Con todo lo que le ofrecí, desde mi experiencia como cuidadora.
Alabando mis dietas, que realice con tanto amor.
Haciendo mi trabajo, lo mejor posible. Su higiene, su delicada piel bien tratada.
Su pelo bien peinado, su diadema...
Todas mis aptitudes volcadas en ella.. Tan agradecida.
No puso ni una pega en ninguna comida. Todo le parecía buenísimo. Y me felicitaba. Cuánto orgullo y satisfacción me entregó.
Cogidas de la mano, cuando teníamos largas charlas sobre la vida.
Buena profesora, buena comunicadora, buena oyente.
Una mujer, digna de admirar. Por sus travesuras, sus amores. Su dedicación a los amigos.
Experimentada en la política, buena lectora. Y sobre todo artista de sus declaraciones en la pintura.
CARMEN
TODO TERRENO
GRACIAS.

QUERIDO OYENTE.

Antes de nada, quiero ofrecer mis respetos.
Quiero pedir disculpas.
Quiero decirte, que sabes ser buen oyente. Buen hablador. Buen consejero.
Quiero decirte que te agradezco de todo corazón, que estés aquí.
Que sepas aguantar los chaparrones. Mis cambios de humor. Mis pataletas.
Quiero recalcar tu paciencia, tu saber estar. Tu neutralidad, tu positividad.
Haber recuperado nuestras charlas, me hace sentir orgullosa.
El saber que no vas a pedir explicaciones, me demuestra qué tipo de persona eres.
Puro y transparente.
Atento a mi llamada.
Quiero agradecer toda tu esencia.
Y que sepas que te valoro.
Quiero que todos sepan, que en estos momentos de incertidumbre; tengo la suerte de contar con tu presencia.
Así que gracias, mi querido oyente.