Nosotros somos.
Para ser. Debes ser capaz. SER .
Ser nosotros mismos. Sin miedo a nada.
SER.
SENTIR.
SER.
Sé que debemos ir despacio. Ya estás cómodo. Pero mi gata BELLA , no te acepta. Te respeta, simplemente.
Supongo que has invadido su territorio. Deseo que vuestras energías, no tarden mucho en fusionarse.
Tu te sientes vulnerable. Y ansioso por acercarte a ELLA. Y no te deja. Paciencia.
Lo conseguiremos.
Daremos el tiempo necesario, para que surja entre vosotros el AMOR. Mi intención siempre fue, buscar a BELLA un amigo. Al que poder proteger. Que Bella pudiera demostrar sus anhelos maternos. O lo que ELLA desee.
Y por ahora, mi BRUCE, te centras en mí. Os daré todas las herramientas, que en mis manos estén; para formar una bonita familia.
Sigo educando tu comportamiento. No es nada complicado. Eres tan comprometido. Aprendes tan rápido. Me demuestras que eres capaz de lo que te pida. Lo vamos a lograr.
A todos nos va a aportar.
Precioso BRUCE. Superando tus primeros días en casa. La verdad ha sido muy fácil. Te has adaptado con rapidez. Creo me estimas mucho.
Te cuido lo mejor posible. Tus comidas, tu agua fresquita; con hielo. Tu cepillado diario. Tus mimos, todo lo que te hace feliz.
Me voy tranquila a trabajar. Pues a mi vuelta, me espera con tus ronroneos. Te alegra verme. Sabes que lo primero que hago es darte esas caricias, que tanto te gustan.
Esta semana, ha sido maravillosa. Me has dado toda tu amor. Eres tan amoroso.
Me has ayudado, con tu buena energía.
Y me siento orgullosa de haberte adoptado.
Te he fabricado unos juguetes caseros. Pero con los que te diviertes muchísimo.
Has aportado, paz a mi vida.
Te lo agradezco, sinceramente.
Realmente hay algo que me resulta muy gratificante. Es que mantienes nuestra casa, ordenada y limpia. Ya no te escondes. Sales a la terraza. Disfrutas de las vistas. Estás encantado con tu nuevo hogar. Y yo también; por supuesto.
GRACIAS BRUCE.
Subimos en el coche. De vez en cuando te hacías notar. Estabas algo desorientado. Temeroso, desconfiado. Intenté calmarte, lo conseguí. El viaje fue corto.
Llegamos a casa. Inmediatamente te saqué del transportin. No tardaste ni un segundo en esconderte. Tu hogar fue durante algunos momentos, la parte trasera del sofá. Te respeté. Ofrecí toda mi paciencia. Todo el tiempo que necesitaste; era para ti. En menos de una hora, ya me seguías. Me buscabas. Te adecué todo lo posible la casa.
No querías comer, ni beber. Sin embargo pronto usaste el baño. Seguidamente, empezaste a curiosear por toda la casa. A investigar. A sacar tus propias conclusiones, sobre tu nuevo hogar. Te asomabas en todos los sitios altos. Poco a poco te fuiste adaptando. Sin grandes problemas. La verdad que fue muy fácil.
Descubrí que estando a tu lado, comías mas tranquilo. Fuimos ganando confianza. Nos fuimos conociendo. Hasta que acabaste en mi cama. Buscando mis caricias.
Te lo permitiré poco tiempo. Pero resulta que eres superobediente. Sigues mis pasos. Y aceptas mis palabras. No puedo estar más orgullosa.
He de ir a trabajar. Temo dejarte solo. A mi vuelta me encuentro todo lo había dejado. Que más puedo pedir... Te encontré de nuevo detrás del sofá. Aun así cuando abrí la puerta ya me recibiste con todo tu cariño. No te separas de mi ni un segundo. Eres tan cariñoso. Tan pesadito. Me gusta. Pues entiendo que me necesitas. Como yo a ti. Tus ronroneos, tu dulce amasar. Tu carita. Tus ojos. Lo dicen todo. Veo que eres feliz.
Me satisface haberte encontrado.
CONTINUARÁ.
