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Después de todas esas inalcanzables metas, después de esa gran lucha contra su enfermedad, después de no quejarse apenas, después de sufrir en silencio, después de su gran batalla. MI ÁNGEL empieza a desfallecer, MI ÁNGEL no pide ayuda; pero yo sé que ME NECESITA.
Pasa su última etapa deshojando sus amplias alas; tan despacio, tan sutilmente, tan discreta. Y desfallece, y con total entereza vuelve a revivir. Y surge de su más profundo interior una FUERZA SOBREHUMANA.
Y me es imposible asimilar tanta FUERZA INTERIOR.
Su enfermedad da la CARA. Y de qué manera; ABRUMADORA.
Empiezo a percibir que MI ÁNGEL siente la necesidad de abandonarme.
Nunca me lo dice, nunca me lo confiesa. Pero yo lo presiento. Me sorprendo de la evolución que mi ÁNGEL supera día a día. Me sorprendo continuamente de su inagotable fuerza. Me sorprendo y a la vez intuyo que MI ÁNGEL puede superar cualquier acontecimiento.
Y verdaderamente me demuestra que así es. Que hasta en situaciones insospechadas es capaz de afrontar todo lo que le echen, UN ÁNGEL de los pies a la cabeza.
He tenido la oportunidad de conocer DOS ÁNGELES en el trayecto de mi existencia.
El primero; no cabe duda de que me enseñó lo necesario.
El segundo sigue a mi lado, para enseñarme lo suficiente.....
Sea como sea, los tengo a los DOS.
Y me quedo con lo mejor de cada uno. Y espero saber aprovechar al máximo todo mi aprendizaje.
MI ÁNGEL de la GUARDA, me protege, me custodia, me vigila, me sigue en cada instante de mi VIDA.
MI ÁNGEL, jamás declaró claramente cuál era su labor. Nos dejó intuir su trayectoria. NOS AYUDÓ A SEGUIR SUS PASOS.
Jamás se quejó en exceso. Cuando más lo necesitaba...... Decía ESTOY BIEN, no ME DUELE NADA,
HOLA CARIÑO ESTOY BIEN.......
MI ÁNGEL.
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