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sábado, 1 de diciembre de 2018

CUIDADOR Y CUIDADORA

Los cuidados a una persona con cualquier tipo de necesidad no es un simple trabajo de chacha.
Para que un buen profesional realice bien su trabajo, son necesarias muchas aptitudes. Son imprescindibles pautar ritmos de trabajo, horarios, descansos, etc.
Es decir un cuidador necesita tener cubiertas sus necesidades básicas, cumplir con sus obligaciones incluso con sus derechos. Todo por el bienestar de la persona o personas a las que ha de cuidar.
Un cuidador puede absorber tanta responsabilidad, que incluso es vulnerable a necesitar ser cuidado él mismo.
Nuestro trabajo reúne una gran carga; pues hemos de atender al usuario hasta conseguir su mayor estabilidad física y emocional.
Nosotros nos hacemos responsables de la persona dependiente en todos los sentidos. Algo que requiere gran potencial. Hemos de cuidar su aspecto personal, administrar su medicación si  precisa, mantener su buena alimentación. A la vez que intentamos que su vida gire en torno a la más próxima felicidad. En ocasiones hemos de tomar decisiones por ellos. Algo que suele ser bastante complicado, dependiendo del grado de dependencia que sufra nuestro usuario.
Hemos de capaces de soportar un gran esfuerzo físico y emocional Que en la mayoría de ocasiones no es valorado.
Un buen profesional ha de reunir principalmente actitud, una buena dote de paciencia y sobre todo MUCHO AMOR a su profesión. Considerar que es una de las profesiones que requieren devoción. Una de esas profesiones que te exige más de lo que en ocasiones puedes ofrecer. Muy a nuestro pesar hay demasiada economía sumergida. Eso es muy contraindicado, pues en los últimos años hemos logrado mantener unos derechos laborales. Para nada es positivo que no se aprecie nuestra labor. Pues nosotros dependemos de nuestra salud para poder ejercer nuestro trabajo. No estamos considerados laboralmente como cualquier empleado. Respecto a los salarios dejan mucho que desear. Hay tanta confusión por parte de todos.
Somos personas que trabajamos por y para otras personas. Somos humanos, que necesitamos reconocimiento. Personas que merecemos respeto.
Por otro lado no se deben mezclar profesiones. Un cuidador no es esa persona que puede alcanzar a realizar todo lo que se le propone.
Simplemente un buen cuidador ya se encargará de procurar todo el bienestar posible hacia la persona a la que cuida.
Tanto en Instituciones como en Domicilios hemos de avanzar a pasos agigantados por el bien de nuestros semejantes. Porque también nosotros cualquier día necesitaremos de algún cuidado, y supongo que a todos nos gustaría estar atendidos satisfactoriamente.

Abogo por nuestros derechos. Invito a los políticos a que admiren nuestra profesión. Y sobre todo deseo que familiares y usuarios comprendan la realidad de el saber CUIDAR.

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