Seguidores

miércoles, 3 de agosto de 2022

QUE DURO.

 Lo ves venir.

Se va apagando. Hay días que no quiere comer. Hay otros que está desorientada. Algunos ni sabe dónde está.

Todavía conoce a sus seres más cercanos.

Algún día que otro, te desploma con su coherencia. Dura poco. Su memoria actual, ya no importa. Pero lo más antiguo la alimenta de amor.

Sigue viendo a su marido, como su esposo. Como su principal figura a imitar.

Me ve a mí, como auxilio, consuelo, urgencia y demás.

CONFUNDE EL DÍA CON LA NOCHE, LOS HORARIOS, LAS RUTINAS.

Aunque siempre mantiene su sonrisa, y su educación. Su dulzura y saber estar.

Te pide perdón, permiso. Se disculpa por su comportamiento. Es tan grande.

Nada más quiere dormir, descansar. Estar tranquila. Y nosotros nos vamos adaptando a sus necesidades.

De repente un día, tiene más hambre que un lobo. Entonces no la reconozco. Come con tanta ansía, que no es lo habitual en ELLA.

Pero la respeto, la cuido, cubro sus peticiones. Y la adoro.

Ya no sabe vestirse sola. Se pone más de una prenda. O del revés. Pierde sus pertenencias, guarda equivocadamente, y clasifica sin control. Dentro de su cabeza existe ese caos existencial. Y a veces, lo sabe.

A mi no me importa, trabajamos juntas, y volvemos a empezar. Se deja llevar como la seda. Todo lo que le digo es importante y se ha de hacer. Jamás ha discutido sobre mi decisión, sobre mi criterio. Por eso la AMO.

Me resulta tan duro, conocerla tanto...

No hace nada, si no lo sabe MARIBEL.

Depende totalmente de mí y de su marido.

Y yo, me pregunto?

Nos vamos a preocupar por idioteces, por insignificancias. Yo ya NO.

Lo importante para mí, es el AMOR.

Con todos sus desvaríos, todavía me ayuda. Se siente útil; y a mi me encanta su comportamiento. Jamás te pedirá ayuda, si realmente no la necesita.

No he conocido a nadie más prudente. Bueno sí, a su marido JAUME.

GRACIAS POR TANTA ENSEÑANZA.




1 comentario: