AÚPA CHAPIRI.

Gracias PAPA.

Como siempre he de agradecer tus consejos. En mis decisiones más importantes. Sabes escuchar, y corregir mis errores. Me das aliento. Fuerzas, para seguir. Consigues calmar mi desesperación. Solo escuchando mis palabras. Me ofreces tus llantos. Y siento que estás tan cerca. Mi dolor te causa daño. Pero me vuelves a llamar; para decirme, calma. Espera a mañana, siempre me recuerdas, que no debo ser tan intensa. Sabes que no puedo ignorar la injusticia. Y sin embargo,  haces que me encuentre mejor. No son largas conversaciones. Son pocas palabras, que me alivian. Me protegen, me consuelan. Me dejan claro, cual es mi prioridad.

No recuerdo, ni un sólo momento en mi vida, en el que te necesitara, y fallaras. Jamás me dejaste sola. Siempre me sacaste de grandes apuros. Has estado a mi lado, incondicionalmente.

Incluso en mis peores situaciones. Siempre PAPA.  

Has mantenido tu paciencia, dejando claros algunos rasgos de tu genio. Y has seguido a mi lado. Acompañándome sin pedirme explicaciones. Salvándome.

AGRADECIDA SIEMPRE POR TUS VALORES INCULCADOS. POR TU EDUCACIÓN. POR TU SIGNIFICADO VITAL FAMILÍAR.

TU HIJA QUE TE QUIERE.

MARI.