Nunca está de más reconocer errores. Siempre viene bien una disculpa.
Te has subido a la parra. Sin educación, sin profesionalidad. No eres mejor que nosotros. Una persona, con unos estudios, pero sin respetar a tus pacientes.
Así te he visto siempre, querida T. Desde que te conocí, supe de qué pie calzabas. Prepotente, autoritaría. Y sin embargo nada profesional. Actúas como un caballo desvocado. Como una potra salvage. Crees que todos te deben seguir. Incluso si te equivocas.
Te eché el ojo. Quise acercarme con cautela. Y algunas de tus reacciones, fueron nefastas. En mi opinión. Formularé una queja oficial. Pues, no debo permitir esa arrogancia con las personas mayores. Tu desfachatez juega a tu favor. Porque ELLOS Y ELLAS; son tan vulnerables.
He podido observar, hablar, confirmar. Te tienen miedo. Pánico. No te entienden. Vas tan acelerada, que no consiguen pillar ni una sola palabra. La soberbía, no es una virtud de las personas que ayudamos a los demás.
Descargas toda tu información, sin confirmar con tu superior. Ni siquiera con administración. Formas un caos. En el que alguno te lo admite. Querida, todos no somos iguales. Yo no lo permitiré. Es mi función. No es una guerra. Es un equipo a favor de ELLOS.
Creo que es esencial, renovarse. Deja la antigua escuela atrás. No son borregos. ELLOS son personas dignas de admiración.
Sin entrar en muchos detalles. Quiero que conste por escrito.
Te han de salvar el culo, continuamente. Cometes errores en las horas de visita. Te equivocas en los días de consulta. No vas a domicilio, ni siquiera das explicaciones. Mandas a una enfermera en prácticas. Y menos mal que sabe por donde anda. Entre ella y yo, pudimos realizar las analíticas.
Hablas con un montón de profesionales. Y ninguno entiende tus equivocaciones.
Suerte tienes que alguno te sigue la corriente. No sé porqué. Pero así es. No quiero ser maleducada, ni parecer demasíado exigente. Solo decir que la injusticia no va conmigo. Y mucho menos con personas sin defensa. Apareces un día en el domicilio, a una horas que nadie te espera. Les das una seríe de indicaciones, y ELLOS ; me llaman, me informan que no saben que ha pasado. Ni siquiera se lo dejas por escrito. Dónde crees que guardaran la información, los cambios, y tus errores. No le diste oportunidad a mi JEFE, de apuntar nada. Mi JEFA se quedó tan agitada... Tuvo que hablar conmigo, para relajarse.
Nos has cambiado la cita tres veces. El horarío otras tantas. He acudido al Cap, consigo la solución a traves de administración. He de agradecer su trabajo.
Siguen dando todo lo posible, por cumplir. Mientras tu...
Me mandan un mensaje, para que acudamos tal día a tal hora.
Y cuando llegamos; después de lo que representa mover a dos personas de casi 100 años. Te mofas, y te retiras.
Encargas a otra enfermera hacer las pruebas. Y me dicen que no he ido a la hora convenida. Viene una de guardía... Tu en la consulta con el Dr. Creo que no tenías trabajo. Pero te salvan de nuevo.
En administració se quedan mudos. Cuando acudo a reclamar. No saben qué decirme. Las caras me demuestran lo sifuciente. Lo solucionan otros.
Empieza mi descontrol. Sé lo que han echo por nosotros. La atención maravillosa, que nos han ofrecido. Los administrativos, merecen todo nuestro agradecimiento.
Brindando toda una seríe de facilidades. Arropando y acompñando. AGRADECIDOS.
Voy a resumir porque me indigna, tal situación. ELLOS perdidos, y yo intentanto solucionar.
Por fin, me aseguro de la visita con el DR. Te vuelven a tapar.
LLegamos, sin prisas. Veo tu rostro, impaciente. Te pido calma. Mis JEFES, van muy despacio.
Un solo gesto de tus manos, me hace perder la cabeza. A partir de ahí, un sinfín de incomodidades; nunca vistas por nosotros. JAMÁS.
Las visitas, siempre fueron profesionales. Siempre juntos los dos. Siempre con el DR.
Te sientas delante del ordenador, y no eres capaz de imprimir un electro. El DR, te ayuda. Y te pones soberbía. Y no le escuchas. Lo estás haciendo mal. Reconoce y rectifica. El Dr, se muerde la lengua, y entre sonrisas, obtiene su objetivo.
Cómo crees que veo la situación...
Siento verguenza, veo tu hipocresía. Caras falsas. No solo yo. Lo perciben mis JEFES.
NO SÉ SI TENÍAS PRISA POR SALIR DEL PUESTO DE TRABAJO. NO TENGO NI IDEA DE LO QUE ALLÍ PASÓ.VOY A DEFENDER LA MISERÍA DE VISITA QUE REALIZASTE.
Ante todo, pido disculpas. Cada cual sabe lo que debe remediar. O si necesita ayuda.
La cuestión, es que se desencadena todo con una velocidad increíble. ELLOS no tienen tiempo de reaccionar. Yo sí.
dicados poir especialistas. No entiendo nada.
RESPETO.
ResponderEliminar