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martes, 16 de abril de 2013

TIA M. ANTONIA.

Otra persona especial, humana, solidaria, un cachito de pan.
M .ANTONIA, era la hermana de la señora SOFIA. La TIA M. ANTONIA, era tan grandiosa, que no tenía nada para ella. Los que la onocieron, lo saben. Madre y Abuela, gran amiga de todos, acogedora, familiar. Que lo entegaba todo a cambio de nada. Una mujer luchadora hasta agotarse, no tenía fin su enorme BONDAD.
Y comparti con ella bellos momentos, y aunque ella atravesó duros sucesos, siempre supo ganarle la batalla a lo imposible.
Y después de pasar una vida llena de altibajos, llega esa temida enfermedad, y lucha contra ella a capa y espada. Y lucha en silencio, y lucha sola, y no esboza ni un quejido, ni un suspiro. Porque ante todo no quería que nadie sufriera, tenía un dolor increible ,y ni siquiera lo notabas.
En sus últimos días conseguimos que ingresara, en un centro, conocido por todos nosotros. Y pasa sus días rodeada de gente que la quiere, y la van a ver sus familiares, y está tan cerca de mí. En el mismo espacio, en mi lugar de trabajo. Y puedo atenderla al máximo, y puedo estar junto a ella. Y me queda la certeza de de se sintió arropada y querida. Porque ella lo merecía todo y MÁS.
E incluso en lu lecho de muerte, estaba sonriendo, su cara era de FELICIDAD.
ADIOS TIA M. ANTONIA

PERSONAS QUE YA NO ESTÁN. SEGUNDA PARTE. TIA ORENCIA.

Mi TIA ORENCIA, gran persona, gran abuela postiza, gran mujer.
Mi TIA ORENCIA, era la hermana de mi abuela paterna, aunque no tenía nungún parecido al menos personalmente. Imagino que por el destino, mi tia tuvo que emigrar a CUBA, como tantos españoles de su época. Y allí empezó su vida. Se caso con mi TIO PEPE, hombre maravilloso, espectacular.
En algún momento de sus vidas, regresaron a ESPAÑA. Y empezó a formar parte de mi vida. Nos visitaba, la visitábamos, y se forjaron unos lazos entrañables. No era díficil ya que mi TIA era genial. Y nos hacía regalitos, nos daba merienda, nos dejaba jugar en su casa y e su pasaje en la calle. Y fué un pilar y un punto de unión familiar. Y siempre estaba a la altura, era dulce, amable, bondadosa. Creo que aprendí mucho de ella. En sus últimos días, cuando por suerte ya mayorcita, empezó a flaquear, siempre tenía una cariñito para ofrecer. Te contaba historias alucinantes, preciosas, de antes y de ahora.
Y la quería todo el mundo.
Acabó sus días e una Residencia, en la cual la ofrecieron todo el bienestar posible. Y ella asentía con su cabezita, y decía que todo estaba bien. Nunca la escuché quejarse. Era tal el AMOR de emanaba, que podías estar horas a su lado, con una paz total. Te evadías del mundo real, porque así te sentías a su lado.
La conoció tantísima gente, la adoraban, creo que nos dejo FELIZ, y sobre todo creo que nos dejó a algunos una huella imborrable. TE QUIERO TIA ORENCIA.

TEMA INAÚDITO.

Este es un tema, el cual no me apetece sacar a la luz. Lo he estado meditando esta noche. Y aunque no me resulta nada agradable, creo que necesito relatar. Incluso pienso que llegado este momento me lo debo a mí misma. Quizás sirva para que de una vez por todas pueda sacarlo de mi mente.
Voy ha hablar de una experiencia, que sólo se yo.
Pues bien para no alargar más mi agonía. Esto comienza así:
En mi casa de GRACIA, como ya os podeís imaginar, han acontecido varias experiencias, sobre todo en esas empinadas escaleras, que poco a poco te izaban hasta tu piso.
Mis padres tenían varios vecinos, algunos de ellos buena gente. Otros, en particular los del tercero primera, a los ojos de mi madre eran estupendos. NO, creerme, a mí no me transmitieron ninguna confianza.
En realidad era una pareja, de las de actualidad. La mujer creo recordar era soportable. El hombre, que ni siquiera merece ponele nombre, era un desgraciado. Eso es lo que pienso. Y no me gustaría difundir ODIO, pero es lo que siento.
En fin, a ver si puedo explicar esta horrible aventura que me deparó el destino en mi infancia más precoz.
Dicha pareja, vivían en lo que entonces se llamaba en PECADO, incluso tenían una preciosa niñita mulata, fruto de su amor.
La verdad es que mi madre les empezo a dar confianza, y yo por supuesto creía a mi madre por encima de todas las cosas.
Hay MAMÁ , si algún llegaras a leer esto.
Os aseguro que en más de una ocasión quise contárselo a mi madre, lo intenté, pero no quería escucharme, incluso creo que le conté algo, le dí alguna pista. Pero nada, creo que no me oía. No imaginaís la impotencia que se siente, cuando quieres sacarte una lanza, y no hay manera.Hoy es mi oportunidad.
Nunca pensé que llegaría el momento de contar esta desagradable vivencia. La cuento para que todas y todos denunciés cualquier tipo de abuso, por poca importancia que tenga. Pues a la larga se puede hacer muy doloroso, y dañar a otros.
Me doy cuenta de que me ando por las ramas, pero es que me resulta indignante tener que afrontarlo. Y eso que ya tengo mucho recorrido andando. Sé que a algunos les parecera insignificante, pero a mi me resulta aberrante.
Ahí va la historia:
Como ya he dicho, mi madre me mandaba a casa de mis vecinos, a cuidar a la nena. Poco a poco se iba adentrando en mí una especie de pavor. He llegado a pensar que la pareja estaba compinchada. Ó la mujer era ciega, ó se lo hacía. No lo sé, y la verdad no me importa.
Aque matrimonio, se ganó la confianza y aprobación de mi madre. Y yo accedí a los encargos que se me hacían. Como ir a comprar, hacer compañía a la nena, etc. Con lo que no contaron esos sujetos, era con la dura realidad, de que por circunstancias propias de mi existencia, yo era una niña bastante avispada, listilla, observadora, e incluso calculadora para mi pronta edad.
Bueno fueron pasando los días, los meses. Y YO SEGUÍA SUFRIENDO.
Tampoco creo que sea necesario profundizar en detalles. Creo que vagamente todos os podeís hacer una idea de lo que hablo. Sólo deciros que el asunto no llegó a tomar ningún fatal desenlace. Porque tuve la valentía de saber retirarme a tiempo. Y esta forma que tengo de ser se la debo principalmente a mi hermana C y a mi padre que supieron siempre tenerme al día, en lo que respecta a madurez.
Solamente me haria respirar, contar uno de los episodios, resumido, para estar en paz conmigo mísma.
Si, llegó un mal día. Yo subía por mis escaleritas, y creo que tenía unos 9 años, una niña. Cuando el personaje en cuestión, bajaba. Mi escalera no era muy ancha, nos tropezamos, nos saludamos, y me dijo:
Me dás un besito?
Yo le dije NO.
Y continuaba insistiendo, y no me dejaba pasar, y yo no podía gritar, me había quedado afónica de repente,
  estaba asustadísima. Sabía que no me deparaba nada bonito, lo intuía, y allí estaba incapaz de moverme.
 Y me dijo:
Anda que mayorcita te estás haciendo y yo inmovilizada ante el terror que rasgaba mi cuerpo. No tanto por no poder defenderme, si no porque por mi mente pasaba, que iba a pensar mi madre, si se enteraba. Me sentía culpable. Y si se enteraba mi padre lo iba a MATAR, pensé que debía soportar con total entereza, el abuso de ese adulto, al que en mi familia se tenía en gran estima.
Recuerdo llevar unos simples tejanos, y una camiseta ceñidita en tonos marrones, con cuello alto. Por lo visto la camiseta dejaba intuir que yo empezaba a desarrollar mis senos.
Me empujó suaemente contra la pared, y me quedé como aplastada, ante ese hombre fuerte.Y el muy cobarde me tocó las tetas. Yo aparté sus manos con tal fuerza, creo que le clavé mis uñitas. Y como no podía transcurrir más tiempo, le miré a los ojos y le dije:
POR FAVOR DEJAME. Mis ojos se llenaron de lágrima, igual le dí pena. Y me dijo:
Tienes que crecer un poco más, cuando seas más mayor veras que guapa de pones. Y YA ESTÁ.
Y me subí a mi casa, no sin antes escuchar mientras él bajaba, NO DIGAS NADA,  ESTO NO ES NADA, que nos conocemos, que somos vecinos. TRANQUILA.
Y entré en mi casa, y no sé que ocurrió minutos después de todo lo acontecido.
Me imagino que intenté disimular mi temor.
Y ahí quedó unos de mis pocos SECRETOS.


lunes, 15 de abril de 2013

ALFREDO.

ALFREDO, un chico de mi edad. Un chico que tuvo la mala suerte de que en su pronto caminar, apareciera la Muerte. Y apareció así por sorpresa, sin que nadie la esperara.
Aunque creo que qpareció cuando él estaba disfruntando de uno de los momentos más divertidos de su juventud.
ALFREDO, era un chico callado, complaciente, tímido, buen oyente, un chico adolescente, bastante niño.
Con él compartí bastantes momentos, algún viaje. Viaje divertidímo, en el cual comimos y disfrutamos como locos, de nuestra adolescencia. He de decir que nos dejamos llevar, por la madurez de los que nos acompañaban, y nosotros aprovechamos el momento Y tubimos grandes conversaciones, y recuerdo que me escuchaba ensimismado, embelesado, concentrado y atento. Por eso me gustaba ALFREDO, por su gran paciencia, por aguantarme en mis confusiones debidas a la edad. Y nos hacían fotos, y nosotros dejamos disfrutar a nuestros acompañantes. Y creo que nos querían unir sentimentalmente, pero para entonces o incluso mucho antes mi corazón ya estaba entregado.
ALFREDO fuíste un gran amigo, y por eso te estaré eternamente agradecida.
Que tu desaparición tuvo grandes consecuencias, es bien sabido, pero que tu alma quedó entre nosotros también.
VIVE ALFREDO, VIVE con los ángeles allá donde estés, porque yo puedo asegurar que lo tienes bien merecido.
ADIOS ALFREDO, HASTA PRONTO.

RAFAEL.

El señor R, era el padre de una de mis mejores amigas.
Gran montañero, gran silvador, gran bondadoso, tan grande y tan inofensivo a la vez
Guapo, alto y delgado. Con buena presencia, con un semblante amable, pero con una gran problema emocional. Al menos eso pienso yo.
Lo recuerdo, sobre todo asomado a la puerta del BAR, o paseando por el barrio de Gracia. Muy bien acompasado, con buen ritmo, y bastante altibo.
Por causas desconocidas, entró en el oscuro mundo del alcohol, y eso fué su perdición.
En alguna ocasión fuí con la família al bosque a buscar setas, era un gran entendido.
De él aprendí a vivir la vida, a respetar, a no hacer daño ajeno, a no meterte con nada ni con nadié.
Ha hacer tu vida en una palabra.
Y eso es lo que en sus últimos años hizo él, vivir a su antojo. Es mi manera de verlo.
Sin entrar en detalles, hoy creo que era un hombre que estubo en el lugar equivocado un día equivocado.
Mi percepción sobre él, era de buen hombre, pero ese camino que escogió no le llevó muy lejos. ASÍ que con 49 años falleció, y fuí al entierro, y la gente le quería, y su família también. Y recuerdo que días antes de fallecer, lo visité en el hospital, y él siempre tenía buenos consejos hacía mi. Y estubo muy agradecido, y a mí me encantó que estubiera allí en la cama, tan despojado de su fuerte valentía, y tan indefenso. Y pensé algo, en lo que hoy en día aún estoy meditando. Y pensé que en la ida hay que hacer el bien al prójimo, sin justificar las causas, y mucho menos juzgar. Que todos en un momento dado necesitamos ayuda, y que algunos tienen suerte de encontrarla y otros no.
ASÍ que señor RAFAEL, desde el fondo de mi alma, allí donde estés, espero que seas FELIZ.

TITE.

Una persona que tamién inflyó en mi vida fue el TITE.
Era un señor ya madurito, que intentaba por todos los medios, que la juentud fuéramos por buen camino.
Si no recuerdo mal, militaba en la OJE, era seguidor de JOSE ANTONIO PRIMO DE RIVERA, creo que era un señor de derechas. Tenía unas ideas políticas que yo no alcanzaba a comprender, pero que defendía a capa y espada. Por eso merece todo mi respeto. Un señor que quería salvar al mundo de gente para él innecesaria. Un señor que pudo causar mucho daño por la gran influencia que podía ejercer. No voy a contradecir su idea, sólo quiero decir que no se puede imponer tu pensamiento a personas inmaduras, incapaces de reflexionar. Por otro lado te ofrecía todo lo que estaba en su mano, te llevaba a sitios maravillosos, a la vez que intentaba introducirse en tu cerebro. Defendía grandes valores, en esto sí estoy de acuerdo. Y me imagino que tuvo una vida turbulenta, pero yo no la conocía.
Porque ya no está entre nosotros, quiero agradecerle de alguna manera, que forjara un poco las enseñanzas en mi pequeño caminar.

domingo, 14 de abril de 2013

PERSONAS QUE NO ESTÁN Y MERECEN TODO MI RESPETO.

La SRA AMELIA.
Antes de empezar, le dedico este escrito SRA AMELIA.
Y sé que usted sabe que desde el fondo de mi alma, hablo con todo el respeto que usted merece.
SRA AMELIA, gran dama, señora, mujer, esposa, madre y gran abuela.
Pero para mi particularmente, gran cómplice, buena oyente, amiga, consejera. Paño de lágrimas, que con gran simpatía sabía secar.
Cuántos mimos me ofreció SRA AMELIA, cuantos reproches me brindó, cuánta sabiduría, cuántos secretos. Que en la actualidad nos guardamos hasta la eternidad. Usted porque no está y yo por devoción, me los quedo conmigo. Y cómo la recuerdo en tantos momentos, como una DAMA DE HIERRO, fuerte, segura de sí misma, luchadora, entregada. No tengo calificativos.
SRA AMELIA, entre usted y YO. Quiero pedirle perdón, por no estar a su altura, pero es que usted era muy GRANDE. Sé que he hablado a solas con USTED, sé que me ha escuchado, pero no estoy segura si me ha perdonado.
Que tengo mi espinita, SRA AMELIA, y USTED sabe porqué. Y que gracias a este argumento, puedo desenterrar, porque lo llevo conmigo hace tanto tiempo.
En sus últimos días de batalla contra ese MONSTRUO, usted siguió estando firme, yo, sin embargo la dejé fuera de mi vida. Sé que sabe porqué, ya que se lo he contado muchas veces. En tantas charlas que hemos continuado teniendo, entre nosotras.
Por todo SRA AMELIA, GRACIAS, no quiero indagar más en este asunto, porque sé que hablaré con USTED, en la intimidad. GRACIAS SRA AMELIA.