MUJER.

 Creo que ya está bien, de dudar de la versión de los hechos, de cualquier mujer.

Podemos finalizar con este debate. Con las dudas que acechan a esos hombres.

Esos que en primera instancia te toman nota de tu denuncia.

Y antes de nada te hacen invisible. Dudas de tus propias palabras, experiencia.

Te dicen que no hagas falsas denuncias.

Te hacen pasar por varias personas; antes de aceptar tu dolor.

Toda mujer en algún momento ha sido maltratada. Así con toda la certeza...

MALTRATADA.

Sea verbal o físicamente.

Que levante la mano quién se quiera salvar?

Vejaciones, insultos, piropos, degradación.

Las que no son famosas, no pueden abrir su corazón.

Hay miles de Mujeres en dicha situación de alerta y peligro.

Hay miles que lo sufren en silencio. Y además defienden a su ejecutor.

Es tal el sometimiento y la humillación, que no pueden emerger de su letargo.

Esas mujeres, llegan a pensar que todo es normal. Que su agresor las quiere.

Incluso que merecen ese maltrato. Se sienten culpables hasta morir.

Y solo lo saben ellas.

Cuando se ponen en marcha, les surge toda una serie de trabas. Se sienten amenazadas. Normalmente les quitan a sus hijos de sus entrañas.

Tan anuladas, que se vuelven vulnerables ante ellos.

Ruego que cambien las leyes. Hemos avanzado, pero todavía se nos pone en duda.

BASTA YA.

Basta de MUERTES EN VIDA.

Basta de muertes innecesarias.

Basta de suicidios impropios.

Basta de sujetar nuestra autoestima en un hilo quebradizo.

Despertemos, abramos las alas. Y volemos.

Nos lo debemos.

Vamos a pensar en NOSOTRAS.

No me canso de repetir.

No gasto fuerzas en el vacío legal.

Vamos a ser NOSOTRAS.

Hemos de hacerlos.

Tampoco, me gustaría dejar de lado a esos maravillosos hombre.

Ni a esos que se les niega la custodia de sus hijos injustamente.

Ni a aquéllos que se sientes maltratados.

Todos mis respetos hacia ellos.

Solicitados juristas, actúen con objetividad.

Sean JUSTOS.

Es su finalidad.

Espero que tengamos mas mujeres juristas, policías, y psicólogas.

Que puedan entender desde su prisma de MUJER.

Que se difunda, que se hable, por televisión, por radio, por la prensa.

Mi caso, en particular, cuando fui a denunciar al sujeto. 

Fue la contestación de un hombre policía. Preguntado que si estaba segura...

Me dijo que no tenía señales de maltrato.

Que denunciar era muy serio.

Y muy injusto para los hombres.

Que quería ese personaje, que fuera con la cara destrozada.?

Las palabras, los silencios, las reacciones; a veces duelen más que un puñetazo.

Le iba a explicar mi dolor, a ese ser...

NO GRACIAS.

Le iba a contar que mis hijos estaban sufriendo.

No me quedaron ganas de decir nada más.

Solo irme de aquel acoso masculino..

Y centrarme en mi lucha interior.

Y seguir luchando por mis hijos, con todas mis fuerzas.

Jamás llegué a denunciar a mi agresor. JAMÁS.

Pues me siento culpable, y le respeto porque él ha ayudado a engendrar a mis HIJOS.

Nunca le he querido ningún mal.

Pero de veras, que a veces deseo que la vida le propine lo qué merece.

Vengo de una familia donde cabía todo.

Mi expareja también.

Me niego a que mis HIJOS vivan en esa fatídica vida.

SEÑORES DEL GOBIERNO... ACTUEN.