INJUSTICIA.

No por ser más o menos optimista, puedes cambiar la página que no quisieras escribir.
Yo hoy siento la ceguera que admitimos ante la VIDA.
La incertidumbre hacía la MUERTE, esa palabra que nos causa tanto pavor.
Nadie nos prepara para nacer; pero curiosamente salimos del cuello uterino con una fuerza brutal
Nadie nos prepara para morir, e inconscientemente morimos con temor
Tanto la VIDA como la MUERTE es para el ser humano, un desconocimiento.
Por lo tanto deberíamos prepararnos individualmente para tales acontecimientos.

Durante el transcurso de nuestras vidas. Suelen ocurrir dichas, desgracias, aventuras, todo un marco de vivencias. Que acostumbramos a solventar, en mayor o menor medida.

Y estamos habituados a seguir unas normas generales. Un ritmo que todos creemos que debemos seguir. Para así poder estar a la altura.
Sin embargo dejamos de lado nuestro más preciado tesoro, nuestra vida.
Todos solemos regirnos por un mismo patrón. Pero somos diferente... cada uno siente la necesidad de ser uno mismo.

De nosotros depende VIVIR.

Cuando menos imaginas, la vida te muestra su lado más oscuro. Suele ser cuando una enfermedad te persigue. Cuando sucede un fallecimiento, Vamos ante una mala noticia. LLegamos a ser adultos, y hemos de aceptar, que todo no es del color que creíamos. La infancia, la adolescencia, la juventud; son muy diferentes. El estado del ser humano, cuando llega a ser persona mayor.; te arrastra a vivir de forma insospechada.

Si has tenido suerte, de llegar a tu última etapa vital. Si realmente consigues alcanzar la dicha, sin estar enfermo. Sin sufrimiento, sin ser desgraciado. Puedes sentirte muy orgulloso.
Si por el contrario, no te estás bien; puede que te sientas enojado. Con toda la razón, puede que creas que es INJUSTO. Que tu vida a pasado a un segundo término. Y además ni te has dado cuenta. Ahora en esos momentos, es cuando valoras tu verdadera historia. Por desgracia, así es. El ser humano avanza egoístamente, hasta que la vida le da un revés, ahí frena y reflexiona sobre sí mismo.
Todo el proceso, procuro definirlo, en una vida más o menos progresiva. Siempre pueden haber otras circunstancias.
Me dirijo a las personas que por ley de vida. Alcanzan su mayor edad.
Y entonces, algo que normalmente les sucede a los que se jubilan. JÚBILO, es una palabra de fiesta, felicidad, plenitud. En ocasiones nada más lejos de la realidad. Algunos enferman y fallecen. Otros no son conscientes. Unos pocos disfrutas de su JÚBILO.
Y mi reflexión, es muy sencilla. VAMOS A VIVIR PLENAMENTE.
ESCOJAMOS DE CADA ETAPA
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