DE CORAZÓN.

 Vete, vete ya.

Querida guerrera, ansiosa luchadora. Criando a tus hijos, bajo mínimos.

Siempre supe que eras insaciable, incansable. Ofreciendo siempre AMOR.

Por donde pasas, por donde arrastras, por donde viajas, por donde te desplazas.

AMOR incondicional. Ese AMOR que nunca percibiste. Tu pareja te dejo a un lado. Y tú. Supiste ganar la batalla. Sacar adelante a tus hijos. 

Fuiste capaz de abandonar a los tuyos, por amor. Te escapaste con él. Le amabas.

Te defraudó. Y seguiste luchando. Sin importar nada. Solo debías alimentar a tus cachorros.

Una historia vivida y revivida. En la que tu sola; sabes qué ocurrió.

Otra repetida historia de AMOR; donde surgen las desventuras, la falsedad. La hipocresía, el arma letal del alcohol.

Y tu recta ante el mundo, buscando.

Etapas de amor, felicidad. Etapas de soledad. DE maltrato.

Supiste enfrentar tus miedos. Y lograste tener unos hijos maravillosos.

Tus hijos guardan tu semilla. 

Lo has conseguido.

Llegado el final de tu existencia; están contigo. Son ELLOS. LOS TUYOS.

JUNTO A TÍ.