Pequeño retoño.
Crecido de mis raíces.
Que necesitas. Seguramente con tu delgadez, y tu brillante tronco; debes esperar a crecer. Mucho agua para tu abono. Mucha paciencia, mucho aprendizaje. Y mucho saber esperar. No subirte a las ramas, que no han brotado todavía de tu tronco.
Lluvia bienvenida, y mucho aguante. Los años te darán la razón. Irás madurando. Y seguramente eches grandes semillas.
Te queda mucho pequeño arbolito. Empiezas a crecer. No interrumpas, ni adelantes tu proceso.
No quieras parecerte a un árbol viejo. Ves las diferencias, el viejo tiene un tronco grueso y oscuro, con muchas variaciones. Se debe a qué ha experimentado con el paso de los días. No fue de golpe, que el árbol creció. Las hojas de un árbol viejo, ya saben cuando caer, cuando volver a salir, hasta cuando morir y renacer.
Tus hojas, ni siquiera han empezado a brotar. Se paciente y aprende. La experiencia vital te formará.
Hazme caso, sé de lo qué hablo.
Y te conozco, más de lo que crees.
Mis grandes ramas, mi arbusto fornido te protegerá siempre. Mi tronco te saciara de sombra y sol. Y así poco a poco, a mi lado, continuaras tu crecimiento.
LA FUERZA ES TU ALIADA.
ResponderEliminar