ES LO QUE DESEO.

Yo no quiero que mis hijos sean FELICES. 

Yo quiero que sepan apreciar su vida, luchen, se sacrifiquen, y encuentren el valor a sus vidas.

Todos ansiamos hallar la felicidad. Está ya con nosotros. En cada segundo existencial. Cuando respiramos, olemos, vemos o apreciamos la naturaleza. Cuando nos satisface nuestro trabajo. Cuando tenemos salud. Con todos esos pequeños detalles, que la vida por sí sola nos brinda. Ya tenemos la FELICIDAD, en nuestras narices. No necesitamos nada más.

Yo no quiero una gran casa, ni un coche. Yo quiero estar sana y poder vivir el día a día.

Yo quiero amar, y sentirme amada. Seguir siempre el camino de la verdad y de la justicia.

Solo quiero ser generoso con mis allegados. Saber que están conmigo. A las duras y a las maduras. NO QUIERO NADA MÁS.

Con lo poco que poseo, ya soy FELIZ. No me puedo permitir el lujo de esperar nada más.

Pues jamás se conseguirá ser FELIZ, si no lo eres contigo mismo. El sentirte orgulloso de tus progresos, el avanzar con respeto, no fallarte a ti mismo. Es más que suficiente.

SI TU ERES FELIZ. TODOS LOS QUE TE RODEAN LO SERÁN.