CARTA A MI MADRE.

MAMA....
Por fin llegó el triste día de tu despedida definitiva. Al menos en el sentido terrenal.
Ya nos dejaste, quisiste ir a otro espacio vital o espiritual. Fue algo duro y bonito a la vez. Extraño y gratificante.
Yo así lo sentí MAMA. Me gustó estar a tu lado desde el principio al fin.
Y ya después de un merecido descanso; después de esa gran lucha que te deparó el destino, decides irte.
Y qué que iba a decir en contra de tu voluntad. En realidad creo que supe estar a tu lado, que no me faltó un segundo de tus últimos alientos. Sabes MAMA, que me mantuve firme. Como tu querías. Me tuve que armar de mucho valor para ayudarte a iniciar un nuevo camino. Y no me arrepiento, porque tu lo hiciste conmigo hasta tu último suspiro.
Y hoy por hoy, te recuerdo, te siento, me acompañas. Pero MAMA, he aprendido que debo continuar sin TI.
He mejorado mi forma de concebir la VIDA; gracias a TI.
Es por eso MAMA, incluso en tus peores momentos te concentrabas para enseñarme buenas andaduras.
Simplemente he sabido administrar mi tristeza para sacar buen provecho. Me has dejado una huella imborrable. La perseverancia, la paciencia, la honestidad, la sinceridad, la fortaleza, la bondad. En pocas palabras tu enorme espíritu de lucha ante las adversidades de la VIDA.
En fin MAMA, hoy no puedo evitar que acudan a mi mente esos últimos momentos junto a TI.
Pero puedes estar segura de que mañana SERÁ OTRO Día.
¿ TE ACUERDAS MAMA? Cuántas veces me dijiste: TU TRANQUILA MARY, MAÑANA SERÁ OTRO DÍA........
HASTA PRONTO MAMA.
Seguiremos hablando..........