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jueves, 4 de julio de 2013

MARÍA ACUDE A LA FARMACIA.

María decide ir a la FARMACIA, para realizarse la prueba famosa de la RANA.
Ella antes de llegar, ya sabe a ciencia cierta que está embarazada. Lo presiente, lo intuye. Se lo dice su cerebro, su cuerpo, su mente su espíritu. Todo su ser lanza notas y alarmas de que algo sucede en el cuerpo de María.
Algunas personas recomiendan a María que espere unos días. Pero ella no necesita certificado alguno, ella sabe que ha llegado el momento tan esperado para la pareja.
Los queridos novios ya llevan una temporada intentando ser PADRES.
Con lo cuál si la prueba daba positivo iban a ser los seres más felices de la TIERRA.
María tenía asegurado al cien por cien que estaba embarazada. Pero como algunos expertos recomiendan un tiempo prudencial para realizar dicha prueba. María no sabe que hacer. Evidentemente conociendo a María no se iba a someter al protocolo oficial. Y se lanza a la aventura; no le importa asumir riesgos. Le da igual si le van a decir  SI o NO. Porque ella está segura de que va a ser SI.
No dice nada a nadie, y a los tres dias de faltarle la regla. Se va a la FARMACIA.
SHILA, su farmacéutica de toda la vida.Le dice que debe esperar como minimo diez dias. Que posiblemente le bajará la regla, que es muy poco tiempo para hacerse dicha prueba.
Pero María insiste, y le dice a la experta:
SHILA, estoy embarazada, lo sé. Tu hazme la prueba.
La farmacéutica le comenta que deberá pagar, y que es necesario esperar. No quiere que María pierda el dinero; porque seguramente se tendrá que realizar la prueba dos veces.
María no quiere esperar, necesita saberlo cuanto antes.
Shila le dice estás buscando quedarte embarazada y María responde SI.
Y si no estás, prefiero que esperes un poco para asegurarnos.
María responde:
Ya, tu tranquila, hazme la prueba.
Shila le comenta que si es que NO, pueden haber dudas.
Si es que SI, es SEGURO.
María cuando tiene algo entre ceja y ceja, es bastante persuasora.
Y POR FIN DESPUÉS DE UNA PEQUEÑA CONVERSACIÓN.....................
María dice: HAZME LA PRUEBA DE VERDAD.
Y SHILA le dice, como quieras: TU MANDAS.
María para no perder la costumbre es muy previsora, y ya lleva consigo la orina de la primera hora de la mañana.
No hay más que decir, no hay más que hacer.
SOLO LA PRUEBA.
Deja la orina en la FARMACIA.
SHILA LE DICE QUE DEBE ESPERAR 24 HORAS como mínimo. O por el contrario si es POSITIVO se lo dirá al momento.
MARÍA ESPERA.
MARÍA NO SE MUEVE DE LA FARMACIA.
SHILA SALE DE DENTRO DEL LABORATORIO, con una sonrisa de oreja a oreja.
MARÍA TENÍAS RAZÓN......
¡ESTÁS MUY EMBARAZADA!
María rompe a llorar, no puede exteriorizar todo lo que siente en ese momento.
Le dice a su farmacéutica; LO SABÍA.
Y ahora que debe hacer María. Pues le dice SHILA que vaya a su médico de cabecera.
Allí empezarán a asesorarla, y a recomendar lo necesario. Para empezar, debe decir que ESTÁ EMBARAZADA.
Que necesita un seguimiento de su EMBARAZO.
María sale de la Farmacia en cuestión flotando, como si fuera otra persona. María va caminando y ya no es ella. Alguien se ha apoderado de su ser dulcemente. Es tan tierno lo que siente María, que sólo se puede describir con sentimientos. Sólo una madre sabe lo que siente cuando está embarazada.
Y regresa a su casa, y no sabe cómo alcanza a llegar. Porque realmente María ya no es dueña de sus actos.
No puede pisar firme, no alcanza a comprender la realidad, va soñando paso a paso. Va literalmente en una nube, en una gran nube. Sabe que algunos la miran, lo nota. Pero le da igual ella sigue en su gran momento de FELICIDAD.
Cuando llega a casa, no sabe que debe hacer, a quién se lo dirá primero. Se sume en una balsa de nervios.
Derrocha tanto sosiego que no sabe como debe expandir tanto AMOR.
No sabe cómo dar la noticia. No sabe cómo poder deleitar a todos los que ella quiere con su feliz acontecimiento.
No sabe cómo transmitir todo lo que en esos momentos recorre por su cuerpo.
Sabe que es dueña del primer impacto al recibir la noticia. Pero ella estaría encantada de poderlo compartir con sus seres queridos. Eso es lo que se propone María, hacer felices a todos, tanto o más de lo FELIZ que se ha sentido ella en esos segundos. Esos segundos inmediatos al recibir la gran noticia.
Y a la primera persona que se le pasa por la cabeza es a su MADRE. Pero al instante piensa con la mente, y racionalmente cree que el primero que debería saberlo es su marido.
Los sentimientos son incompresibles.
María coge el teléfono y llama a su madre.
MAMA, tengo que darte una noticia.....
Ya se lo que me vas a decir....
¿ que estás esperando?
María se queda atónita, como puede ser que su madre sepa lo que ella piensa.
Pues si, dice María.
Inmediatamente la madre de María comenta, ¿ya lo sabe VENTURA?
María le contesta que NO, no sabe cómo decírselo.
La madre de María le dice, pues ¿cómo se lo vas a decir? DICIÉNDOSELO.
Él es el primero que debe saberlo.
Venga llámalo y lo dices.
Y tú cómo estás. Estás contenta. ENHORABUENA. Llama a tu marido.
María antes de colgar el teléfono, le cuenta a su madre toda la experiencia vivida.
Su madre se encarga de darle unos consejos oportunos. Pero sobre todo insiste en que llame a VENTURA.
Le dice la madre a MARIA, que seguro que él se va a poner muy contento.
María como siempre obedece a su madre.
Llama a VENTURA, le comunica la noticia. Y él primero se queda sin palabras, no responde.
María le dice:
Oye estás ahí, VENTURA?
Y ÉL CONTESTA LLORANDO:
SI, por fin, lo hemos conseguido. ESO ES LO QUE QUERIAMOS. LO HEMOS LOGRADO. NO SE QUE DECIR.
Le pregunta a MARÍA:
COMO ESTÁS.
Ella le responde que muy bien.
VENTURA deseaba estar junto a MARIA.
Después de mantener una larga conversación por teléfono; los dos se sienten tan dichosos.
Que ansían que pase el día, ansían que llegue la noche para poderse ver. Para poderse abrazar.
VENTURA LE DICE; ESTA NOCHE VENDRÉ PRONTO.
VALE, contesta MARIA.


rselo.....

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