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domingo, 19 de mayo de 2013

MARÍA EN EL COLE.

María empieza en su nuevo colegio. Es una Escuela que no queda lejos de su casa. Aunque a MARÍA le parece un poco alejada, María debe tener más o menos 6 años. Con lo cual empieza su escolarización en lo que se llama PÁRVULOS. La niña siente miedo, por tener que ir sola a la escuela, aunque su madre se asoma cada mañana al balcón para ver a la niña como llega a su colegio.  A María le cuesta un gran esfuerzo irse sola y sobre todo le cuesta dolor despedirse de su madre. Y pensar que su madre se queda en casa co su hermano pequeño, mientras María ha de ir al colegio. Esa sensación no le gusta nada a María. Pero se ha de hacer mayor y cumplir con sus obligaciones, y aprender para el día de mañana. Por lo tanto la niña asume el sacrificio, y desea con gran anhelo que llegue la hora de salir del cole, para irse a casa con su madre.
Y ansía la hora de acabar por la tarde el cole, para irse a casa. Le encanta salir del colegio, emprender el camino de vuelta a  casa, y ver a su madre asomada en el balcón; esperándola.
Y María recuerda con gran cariño, cuando a la vuelta a casa, su madre la esperaba con la merienda a punto, y se sentía querida, y sentía que también ella era bienvenida a casa. Y su madre a veces le hacía algún encargo, y a María le encantaba ir a comprar, satisfacer a su madre.
Y la niña no está tan mal, como ella se temía en el colegio. Empieza a conocer gente, juega con sus amigos, aprende mucho. Aprende en el colegio y aprende en la calle. La dejan irse sola a jugar, la dejan irse cerca de su casa. La dejan crecer, aunque manteniendo unos horarios. Como no manteniendo unas reglas dictadas por su padre. Y María vive su infancia de modo muy diferente al que estaba acostumbrada.
Ve que puede hacer cosas sola; y eso le encanta. El saber que puede ser independiente es algo maravilloso.
Hecha de menos a sus hermanos, pero si los necesita los tiene siempre cerca.
Maria camina sola hacía un posible futuro.
María recuerda muchísimas cosas relacionadas con su colegio, recuerda a sus mejores amigos. Recuerda a sus profesoras. Recuerda a la DIRECTORA del cole. Recuerda a las MATRONAS, recuerda todo el colegio, en su total esplendor.
Y Maria es consciente de que debe aprender, aprovecha su tiempo. Y aún no siendo buena estudiante, saca el máximo jugo al aprendizaje. E intenta agradar a todos, porque siente que así es más feliz.
Sigue siendo una buena niña, sigue a pies juntillas todo lo que le dicen.
Sufre algún desliz; algunos dicen que debido a las malas compañias, pero María se siente a gusto con todo el mundo. No tiene problema en jugar con todos los niños. Y empieza a conocer a sus grandes amigos.
Y María logra hacerse camino entre todo y entre todos. Y con la ayuda de su hermano mayor, María triunfa entre los mejores. No tanto en los estudios, pero sí en popularidad. Tiene una gran DON de GENTES, se llea bien con todos, pequeños y mayores. Es una niña encantadora.
En alguna ocasión reclaman la atención de su Madre, pero no por la actitud de María. Y María siente mucha verguenza, pero se indigna al ver las injusticias. Y acaba convenciendo a su madre de que ella no tiene la culpa. Verdaderamente a María siempre le gustó la solidaridad, siempre escuchó a los más necesitados, siempre supo estar a la altura, supo defender los valores. Esos valores que su PADRE insistía en enseñarle.
Y todo lo que ya tenía aprendido, nadie se lo iba a arrebatar. Nunca fué rebelde, pero sí muy comprometida con sus pensamientos. Y aunque debía mantener en secretos sus ideas, las defendía con gran valor.
Su Padre fué el inductor para que María estimara y tuviera presente muchas ideas revolucionarias y feministas......
María recuerda con gran cariño a todos sus amigos de la calle, a sus juegos compartidos con tanta humildad, devoción, amistad al fin y al cabo.
Recuerda todo lo que la calle pudo enseñarle. Recuerda las horas de diversión.
Recuerda los olores de su barrio, le encanta compararlos con los que recuerda de su pueblo. Pero no se parecen en su barrio hay distintos olores: olor a pan, a hierro, a fruta, a papel, a cartón, a vino, a límpio. Olores dispares y diversos; olores de barrio.
María sigue su andadura. Y comete alguna gamberrada, como sujetarse a los camiones, subida en sus patines. Recuerda aprender a ir en bici; en esas BH tipo chooper, con unos asientos impresionantes.
Recuerda grandes aventuras con sus amigos. Tienen los mejores recuerdos de su infancia.
Pero en casa de María las cosas no van mejor de lo que iban en el pueblo. Más bien al contrario, María siente la sensación de que las cosas empeoran.
Ella continua con su buena actitud; cuando llega del cole no logra rechistar, todo lo que le piden se hace.
María también recuerda como su padre, intentaba ayudarla con los deberes. No es agradable oir que la la LETRA CON SANGRE ENTRA.
Me puedo hacer una ligera idea de la forma que tenía María de aprender de su PADRE.
El Padre también enseña a María muchas adivinanzas, incluso la enseña cosas que en el colegio no consiguen.
Por todo eso María se siente orgullosa de su padre, aunque no entiende los métodos. Realmente entiende que al final los resultados dan sus frutos.
María también recuerda que en ocasiones, necesitaba material escolar, y si era menester; su madre le fabricaba pegamento con agua y harina.
María no estaba sola, tenía a sus padres en lo que realmente necesitaba.
Tenía a sus hermanos, María ya no es tan desdichada. Se hace a la idea de que es lo que le toca vivir.
María siente nostalgia, pero también vé un poco de luz al final del camino.

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