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lunes, 27 de mayo de 2013

DEPRESIÓN.

Aproximadamente sobre al año 83 cuando María cursa su último curso de instituto.
A MARÍA algo no le va bien. Se siente desfallecer, se siente morir. Siente que se cae en un pozo sin fondo, no sabe lo qué le pasa. Pero intuye que algo no funciona. Después de decidir que iba a dejar a su novio.
Entre él y alguna persona más hacen posible que ellos regresen. Hacen posible que ellos estén juntos.
Pero María no las tiene todas. Ella no se siente bien. No está feliz, no está tranquila.
Ventura ha conseguido volver a tener a María bajo sus dominios.
El curso a la chica se le da bastante bien. Ella siente que realmente todo va viento en popa.
Pero no es así, la verdad es que NO.
María tiene grandes confusiones; decide que ha de hacer algo con su vida. Y empieza a iniciarse en el mundo de las OPOSICIONES. Ella quiere conseguir a toda costa ser alguien. Siempre supo que debía ser alguien.
Mientras trata de sacar sus oposiciones. Quiero hacer constar, que en su casa la ayudan todo lo posible.
Incluso le regalan a la niña una máquina de escribir OLIVETTI, LETTERA 32. Se acuerda perfectamente de modelo. Hacen lo posible para que la niña pueda llevar a cabo todas sus ilusiones.
María trabaja a la vez que estudía, empieza ha hacer de canguro en HOSPITALET, PASA UN AÑO MARAVILLOSO.
Pero no logra sacar sus oposiciones. Eso la deja totalmente defraudada.
Por otro lado ella lo sigue intentado. Es bastante cabezona. Es muy perseverante, tenaz, cuando quiere algo; lo intenta, lo intenta, lo intenta
María cree recordar que hasta le regalan un ciclomotor.....
Todo lo necesario para que María empieze su vida, sin altibajos.
Ella quiere dejar claro que agradece todo el esfuerzo realizado por todos sus seres queridos.
GRACIAS DE SU PARTE.
Pero no prospera la situación, María no se encuentra bien.¿ qué le ocurre a María?
Poco a poco la chica va dejando de EXISTIR.
Paso a relatar cómo empieza la depresión de María.
Comenta la chica, que no sabe cómo, ni cuándo ni dónde empieza su fatal vivencia.
Lo recuerda como algo oscuro, díficil, extraño, lejano, casi imposible de recordar. Inicia una etapa en su vida; en la cual ni ella mísma se reconoce. No se entiende, no se comprende. No sabe lo qué le pasa.
No sabe dónde se ha metido, y mucho menos cómo salir.
Recuerda que día tras día, se levantaba con gran esfuerzo para ir al cole. Recuerda que los cafés con leche que le daba su madre; de repente le sientan fatal.
Sale cada mañana de su casa, y al empezar a bajar sus escaleras vomita todo lo que ha ingerido en casa.
En la porteria la espera su novio. Ella hace sacríficios para que él no note que se siente fatal.
Y así día tras día.
Un día cree recordar que le comenta algo a su novio, con referencia a su estado de ánimo. Y él le dice que eso son tonterías.
A quién le puede contar María lo que le pasa.
A quién puede recurrir.
Ni ella misma lo sabe.
Entonces de la noche a la mañana su hermana CARMEN, denota que la niña no está bien. Y deciden que la han de llevar al médico.
La madre de MARÍA está de acuerdo, piensa que es lo mejor.
Así que ni corta ni perezosa, la madre de Maria la lleva al médico. Ella asiente.
Ella recuerda que un día llega a casa, y explota, su cuerpo pone fin a todos los sentimientos y emociones.
La chica revienta y le dice a su madre que no puede más. Eso pone a la madre alerta.
Al menos la chica reconoce que algo no va bien.
Por fin se da cuenta de que necesita ayuda.
María recuerda que alguno sospechó que podía estar embarazada. Más que nada por los síntomas que la niña sufría. Mareos, náuseas, vómitos, debilidad, malestar general, cambios de humor, etc.
ALGUNOS pensaron que María estaba embarazada.
Lo mejor llevarla al médico.
María pasa del médico de cabecera, al especialista. Del especialista, después de hacerse radiografias, etc pasa al psicólogo, y directamente al psiquiatra.
Cuando el médico psiquiatra visita a María, la aturde a preguntas.
Indaga en su pasado, cosa que a la niña no le hace ninguna gracia.
EL PSIQUIATRA decide que lo mejor será tratar a la chica con antidepresivos más somníferos.
Decide que lo mejor es que ella empiece un tratamiento psiquiátrico.
La família se alegra por un lado de que la chica no esté embarazada.
Pero no saben a lo qué se deben enfrentar, la niña tiene un transtorno psicológico grave.
María explota, saca a relucir todo lo acontecido durante su infancia. Pero nadie es capaz de averiguarlo.
Ni siquiera ella misma. Eso hace que la chica cada vez esté más perturbada.
María empieza su tratamiento, haciendo caso de las recomendaciones.
Pero ella siente que no está bien, se toma su medicación. Lo único que nota es que engorda con facilidad.
María siempre fué una niña bastante enclenque, por lo tanto ella no está realmente convencida de que la medicación sea lo más apropiado.
María se hincha, nadie sabe porqué. María cada día está más perdida; nadie sabe porqué.
María recuerda un día, estando todos juntos comiendo en casa. Incluso ya existía unos de sus sobrinos, cómo no pudo evitar explotar y echar a llorar. LLORABA de manera desconsolada, lloraba, lloraba, lloraba....
Y su padre que la observaba con tristeza y preocupación. Decía al resto de los comensales:
NO LE PASA NADA, DEJADLA, DEJADLA.
Y María recuerda cómo se desesperó, cómo notaba que perdía el control de su cuerpo, hasta tal punto que no era dueña de sus ideas, de sus decisiones, de sus sentimientos. No era DUEÑA de nada.
Recuerda que pasó tal vergüenza; sobre todo pensando en su sobrino. Que una de las cosas que se ocurrió, era que lo mejor sería desaparecer.
Y María empieza a caer, caer cada vez más. Dónde estaría en fin de la caída. Dónde podía estar el fin de esa agonía, cuándo se acabaría ese sufrimiento.
Un día María en su visita periódica con el psiquiatra: le comunica que quiere dejar la medicación. Que se siente cada día peor. Ella nota que no mejora. Y que realmente el tratamiento no responde.
Entonces el médico, le dice. No puedes abandonar, no tires la toalla. Ahora NO.
La medicación se tenía que dejar poco a poco.
Pero María le dice a su médico, que ella no puede dormir. No se puede despertar. No puede iniciar un día normal de su vida. Con lo cual piensa que se han equivocado en el diagnóstico.
María siempre fué muy lista, no se le escapaba detalle. Era tan inteligente. Y por fin decidió dejar la medicación bajo su responsabilidad. El médico le dijo que no sabía qué podía pasar. Ella pensó que lo iba a conseguir, que debía salir sola de todo aquello. Que ya no quería estar ni un día más así.
Así empieza la salida del letargo de María, una lucha que pudo superar. Esencialmente gracias a su empeño.
Tardó como un año, en superar esa gran traba que apareció en su vida. Tardó bastante, pero quiso salir sola, quiso intentarlo. No quiso que por ningún motivo la llegaran a ingresar en ningún CENTRO.
María sabe que todo el que la conoce, sufrió algún cambio conjuntamente con la chica.
María sabe que algunos ni se enteraron de su enfermedad.
María sabe que algunos estaban confundidos.
María sabe que algunos la apoyaron, sabe que algunos no la entendieron, sabe que algunos intentaron poner la carne en el asador. SABE SABE SABE  SABE.
María lo sabe, y por encima de todas las cosas; quiere hacer saber al Mundo entero, que cueste lo que cueste.....
SE PUEDE, se puede salir de una DEPRESIÓN.
María no sabe si realmente tuvo esa enfermedad, o tuvo ANOREXIA, no lo sabe porqué ella no es médico.
Pero simplemente sabe que el  mejor sanador de un paciente es uno mismo.
Si quieres mejorar en tus enfermedades, el primero que se lo ha de CREER eres TÚ.
No sirve de nada que todos te quieran ayudar. Si tú no estás dispuesto, no se puede.
Lo único que hace mérito, lo único que hace realmente llegar a tener resultados; es UNO MISMO.
UNA PERSONA SIEMPRE SE ENFRENTA SOLA A SUS MIEDOS.

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