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lunes, 20 de mayo de 2013

MARÍA SE ENAMORA.

MARÍA, siente algunas cosillas en su estómago a las que no está acostumbrada.
Despierta su curiosidad por los niños, despierta su inocente sexualidad. Probablemente hacía los 7 o 8 añitos.
Siente una gran admiración por un niño guapísimo, fuerte, valiente.
María tiene la gran suerte de que el niño que ella tanto adora; es el hermano de una de sus mejores amigas. Eso facilita el camino de María. VE AL NIÑITO CASI A DIARIO. Y por si fuera poco el niño, es a la vez el mejor amigo del hermano de María; que más puede pedir. María no puede dejar de mirar al niño, de mirarlo de forma distinta a como mira a otros niños. María tiene mucha facilidad para jugar con niños, es amiga de todos los niños; aunque también tiene grandes amigas.
Pero María a ese niño lo mira diferente, siente que se ahoga, que no puede respirar al verlo tan cerca. Juega mucho en pandilla, juega con él, y ella está entusiasmada
Incluso llegan a rozarse, a tocarse las manitas cuando juegan; cuando juegan a juegos de corro, cuando juegan a CHURRO MEDIA MANGA MANGOTERO. Ella tiembla al contacto angélical de aquel niño.
Ella nota que no puede pasar un día sin ver a su amiguito. Pero su amigo es algo mayor que ella. Aproximádamente unos 5 años mayor. Eso es una gran barrera para María. Pero la niña no desiste, va a ser fuerte, porque quiere ser NOVIA del nene.
María recuerda al niño, subido en su bicicleta BH, ESTILO CHOOPER, lo ve tan guapo. Es muy moreno, tiene una carita tan dulce; se podría decir que de guapo parece una niña. Pero nada más lejos de la realidad es un machote. Tiene dotes especiales haciendo karate. Sabe montar en bici como nadie. Es tímido, callado, y fuerte y valiente a la vez. Todos le admiran, le respetan. Tiene unos ojitos rasgados, amorronados. Y viste de forma impresionante, suele ir de JOSE MARIA TRULLAS. Con unos trajes que quitan el sentido. Su pelo es negro, siempre va bien peinado. Un niño díficil de no mirar. Y triunfa entre las niñas de su edad. Desde luego a María eso no le gusta nada. Pero qué puede hacer una niña tan pequeña.
María recuerda que en ocasiones él le decia, ¿ a dónde vas mocosa ? ¿ qué quieres ? DÉJAME NIÑA.
Y ella guardaba en secreto, en silencio , el AMOR que sentía por él. Por no hacer el rídiculo nunca se lo dijo.
Pero los ojitos de María delataban todo ese misterio, era imposible no adivinar por algún adulto; que la niña estaba loca por aquel niño. María sentía escalofríos, era incapaz de mirarle a los ojos, era incapaz de hablaar con él. Pero ella se conformaba tan sólo con jugar a su lado, con estar próxima al él. Mientras veía como él tonteaba con otras niñas más mayores. La niña sufría, sufría mucho, sentía unos celos incompresibles. Pero de qué, sino eran NOVIOS.
Ella tuvo claro desde el principio que VENTURA sería algún día para ella. Ella tuvo claro, que costara lo que costara un día se acercaría al niño, un día sería su NOVIA. Y supo que ese día podía tardar, pero ella no perdía la esperanza. María aprendió a ser paciente, constante, perseverante, y empezó a labrar un ardúo caminito de espinas. Empezó a trabajar como si de una hormiga se tratara, poco a poco. Para poder llegar a la meta, para poder alcanzar su meta, para poder tener éxito en su proyecto. Lo pensó, lo meditó, lo trabajó incansablemente. Fué como un plan maquiavélico, en su temprana edad. Un plan que empezó a trazar con total entrega. Y se dijo a sí mísma; VENTURA será para mí, algún día; prometo que lo conseguiré.

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